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OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Modernizar Sevilla

EL PAÍS se reserva el derecho de publicarlos, así como de resumirlos o extractarlos. No se devolverán los originales, ni se facilitará información postal o telefónica. Las cartas pueden enviarse al fax 95 424 61 24, por correo postal o por correo electrónico a la dirección andalucia@el-pais.net.

OPINIÓN

DEL LECTOR

Esta sección de El País Andalucía incluye cartas remitidas por los lectores. Los textos no deben exceder de 25 líneas mecanografiadas. En ellos deben figurar la firma, el domicilio, el teléfono y el número de DNI o pasaporte de su autor.

Se acaba de inaugurar una línea circular de Renfe (metro-tren) con parada en varios puntos de la ciudad. El proyecto originario preveía una parada también en la Universidad Pablo de Olavide. Creí que por fin el acceso de los jóvenes estudiantes sevillanos a este campus, lejano de la ciudad varios kilómetros y con tráfico tumultuoso, quedaba resuelto definitivamente. ¡Oh, sorpresa!, este apeadero no se ha construido.

Siempre he pensado que la modernización y desarrollo de las ciudades no deben dar la espalda a los jóvenes, sino más bien todo lo contrario, sobre todo si se trata de facilitar el estudio y formación de los mismos, y que, por tanto, las carencias seculares en infraestructuras y servicios públicos de esta ciudad eran cosas que había que empezar a olvidar. No pido que sea gratis el transporte de la juventud a estos centros, cosa que en países de nuestro entorno ocurre; tampoco pido la enseñanza gratuita para todo el mundo, los recursos son limitados y tienen que satisfacer prioritariamente las demandas de los más necesitados; pido, por el contrario, que los estudiantes de Sevilla-Este no tarden una hora y 40 minutos en ir a la universidad en autobús público, salvo que se pretenda que todos tengan coche propio, con el consiguiente lastre económico familiar, además de que alguna compañía de seguros quiera asegurarlos.

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Las sociedades que avanzan no pueden ser ególatras y chauvinistas, sino más bien autocríticas, reflexivas e inconformistas; máxime cuando se tiene el progreso social como meta, no vaya a ocurrir como decía Chaplin: "Que partiendo de la nada, lleguemos a la más absoluta de las miserias".

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