La policía descarta que el detenido en Holanda esté vinculado al 11-M
El arrestado es tío del hombre que alquiló el piso de Leganés, según la policía española
El hombre detenido por la policía holandesa el pasado miércoles en el curso de una redada efectuada en la ciudad de Roosendaal, al sur de los Países Bajos, no está relacionado con los atentados perpetrados en Madrid el pasado 11 de marzo, que causaron 191 víctimas mortales y centenares de heridos. Según las autoridades holandesas, "la identidad del sospechoso no coincide con las huellas dactilares del hombre sobre el que pesa una orden internacional de búsqueda por su presunta vinculación con dichos crímenes".
Wim de Bruin, portavoz de la Fiscalía General del Estado, subrayó que no hubo interrogatorios y que sólo fueron cotejadas las huellas del arrestado con las aportadas por un equipo de la Comisaría General de Información española.
De Bruin tampoco informó del nombre del detenido al no estar facultado para decir nada al respecto de manera oficial. Sí señaló que la persona en cuestión fue arrestada junto con un hermano suyo y que ambos tienen 22 y 23 años.
Fuentes policiales españolas han señalado, sin embargo, que se trata de Ibrahim y Mohamed Belhadj, tíos de uno de los huidos del 11-M y con el mismo nombre que uno de ellos, Mohamed Belhadj, que tiene 25 años.
Este último alquiló el piso de la calle de Carmen Martín Gaite de Leganés donde el 3 de abril se suicidaron los siete terroristas del 11-M que estaban cercados por la policía. En la operación falleció un miembro de los GEO.
Tráfico de drogas
Uno de los hermanos detenido en Holanda fue puesto en libertad brevemente ayer a mediodía para ser arrestado de nuevo por tráfico de drogas. El otro pasó asimismo a disposición judicial por haber infringido la Ley del Opio, como se denomina la normativa antidroga en los Países Bajos. Estaba en posesión de 600 pastillas de éxtasis y 480 gramos de cocaína. Los dos comparecerán el próximo viernes ante los jueces de Rotterdam para responder de los delitos de los que se les acusen.
La policía efectuó los registros en dos pisos de Roosendaal, la última parada holandesa del ferrocarril que lleva a Bélgica, entre la noche del martes y la mañana del miércoles. Los agentes habían sido alertados por sus colegas españoles de que "uno o tal vez más huidos del 11-M podrían encontrarse allí".
En el curso de la redada fueron arrestadas otras siete personas, cinco de las cuales fueron puestas en libertad ayer al tener su documentación en regla. Los otros dos pasaron a disposición del Servicio de Inmigración al tratarse de extranjeros sin papeles para residir en Holanda.
En esta operación policial no han participado los servicios secretos holandeses, sólo las policías de España y los Países Bajos.
La prensa holandesa se hizo ayer eco de la detención de los sospechosos y el matutino De Volkskrant relató cómo la policía española había advertido a sus colegas de la huida de Madrid de Mohamed Belhadj, el sobrino de los detenidos.
Después del suicidio colectivo de siete islamistas en Leganés (Madrid) el pasado 3 de abril, Belhadj supuestamente se marchó a Bélgica u Holanda con Mohamed Afalah, de 28 años, también en paradero desconocido y en búsqueda y captura desde la explosión del piso de la localidad madrileña.
Agentes españoles interceptaron varias llamadas telefónicas realizadas al hermano del primero desde Barcelona, adonde habían llegado por carretera utilizando precisamente el vehículo de este pariente. En esas conversaciones los supuestos terroristas huidos pidieron teléfonos de amigos o familiares residentes en Bélgica y Holanda. Luego su pista se perdió.
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