El Gobierno espera mantener este año el número de turistas, que se estancó en julio

El turismo arañó un crecimiento del 1,9% en el número de visitantes durante los primeros siete meses del año, un ritmo mayor que el registrado en 2003, pero muy por debajo del que acostumbraba el sector hace sólo dos años. En julio, el crecimiento fue del 0,6% respecto al mismo mes de 2003. El Gobierno aseguró que estos datos demuestran que no hay una crisis en el sector. Las previsiones oficiales apuntan a que el número de turistas se mantendrá en niveles casi idénticos a los registrados en 2003, cuando el número de entradas a España se redujo un 0,3%, hasta 43,4 millones.

El sector turístico avanza a paso de tortuga. El número de turistas que deciden visitar España en los primeros siete meses del año sigue creciendo, pero es cada vez más patente que la velocidad con que lo hacía en años anteriores es cosa del pasado. En lo que va de 2004, el número de visitas subió un 1,9%, por encima del 1,3% que se alcanzó en 2003. Este dato, sin embargo, palidece si se compara con el quinquenio 1997-2001, cuando el número de turistas crecía, como promedio, al vertiginoso ritmo de un 7,1% en los primeros siete meses.

Los síntomas de la parálisis se notan todavía más si se compara únicamente el mes de julio. El crecimiento fue apenas de un 0,6% respecto al año anterior. Una cifra alarmante si se toma en cuenta que el turismo representa el 12% del producto interior bruto (PIB) español.

"Son cifras modestas", admitió el secretario de Estado de Turismo y Comercio, Pedro Mejía. Descartó, sin embargo, las quejas de saturación y agotamiento del modelo turístico español que se han dejado oír en el sector. Mejía dijo que las preocupaciones que plagan la industria del turismo por el frenazo que comenzó en 2003, y que todavía no da señales de cejar, no se deben centrar en intentar reproducir las cifras de crecimiento alcanzadas en años anteriores. "En los niveles actuales, obtener un crecimiento por encima del 1% representa un número altísimo de turistas", explicó Mejía. Así, entre enero y julio entraron 30 millones de turistas extranjeros a España, lo que supone 451.000 visitantes más que en el mismo periodo de 2003.

Las previsiones del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio apuntan a un crecimiento que se situará entre el 1% y el 2% para el conjunto del año. Sin embargo, las autoridades también señalaron que es posible que se igualen los resultados de 2003, año negro del turismo, en el que retrocedió un 0,3% respecto a 2002 y en el que llegaron 43,4 millones de viajeros. La poca recuperación, además, puede verse truncada por el encarecimiento de los medios de transporte, fruto de la evolución alcista del petróleo, que ha escalado un 44% en lo que va de año, y podría traducirse en "una lógica contracción de la demanda".

Desglosado por comunidades, Baleares y Cataluña han sido, hasta el momento, las que han tirado del coche. Los turistas que escogieron Baleares como su destino en España aumentó un 9,3% en julio. Cataluña, por su parte, creció un 1,8% en ese mes y ya se acerca a los dos millones de turistas.

Más británicos

En julio, mes clave para el sector, el mayor número de turistas provino del Reino Unido, al acercarse a los dos millones y crecer un 6,2%. Francia, por su parte, retrocedió un 10,4% y el número de alemanes aumentó un 7,8%. El Gobierno subrayó que las líneas aéreas de bajo coste, como Ryanair o Easyjet, están jugando un papel cada vez más decisivo en el turismo que viene a España. El número de vistantes que entra en España en una de estas aerolíneas se ha disparado un 30,7% en julio y ya se asoma a los 1,6 millones. En 2000, los viajeros que traían a España estas líneas aéreas apenas se acercaba a los 600.000 en el mes de julio.

El secretario de Estado aseguró que este aumento no significa que estén aterrizando en España turistas de bajos o medianos recursos, uno de los señalados defectos del modelo turístico español. El bajo coste de estas aerolíneas permite realizar un mayor número de visitas, explicó Mejía.