_
_
_
_
Reportaje:Atenas 2004 | HÍPICA

Eutanasia olímpica

Un caballo belga, sacrificado tras romperse el fémur en el 'cross'

La primera víctima de los Juegos de Atenas ha sido un caballo. Fallecimiento por eutanasia. Over and Over, un magnífico ejemplar que participaba en el durísimo concurso completo montado por el belga Joris van Springel, debió ser sacrificado en la madrugada de ayer. Sufrió una tremenda caída y sus lesiones llevaron a los veterinarios a tomar una decisión dolorosa, pero habitual en los casos graves. El animal no podría haber sobrevivido. La rotura de alguno de los huesos de las patas equinas equivale a una invalidez muy superior a la humana a causa de su superior peso y de necesitar imperiosamente la movilidad. Over and Over estaba condenado.

El británico Leo Jeffcott, el presidente de la comisión veterinaria, y el australiano Nigel Nichols dieron la noticia tras rectificar un parte médico anterior. La fractura del fémur izquierdo padecida por el caballo había sido estudiada nuevamente por medio de una radiografía y se pudo determinar toda la extensión del desplazamiento del cóndilo medio. El noble cuadrúpedo fue preparado entonces para una intervención quirúrgica, que se efectuó en la noche del martes. El veterinario estadounidense Jack Sneyder fue el encargado de hacerla y, en su transcurso, descubrió que, además de la fractura, los desgarros en los tendones y en las articulaciones eran demasiado importantes. Over and Over no podría mantenerse con estabilidad suficiente y sus posibilidades de curación para su supervivencia posterior eran nulas.

La muerte de 'Over and Over' vuelve a cuestionar el maltrato a los animales en las pruebas 'tipo raid'

En vista de ello, la declaración final de la comisión veterinaria fue un parte doloroso: "Después de haber tomado en cuenta cuidadosamente el bienestar futuro del caballo, se ha decidido, con todo el pesar, sacrificarlo antes de que se despierte de la operación".

El concurso completo es, sin duda, muy espectacular, pero precisamente por su dureza y peligrosidad. Las caídas de jinetes y caballos, sobre todo en las rías, forman parte de las imágenes más repetidas y, a veces, graciosas de los Juegos. Pero también trágicas. Y este componente de dureza, junto a lo costoso que supone montar el circuito para los 5,7 kilómetros de la prueba de cross, con 30 tipos de obstáculos, es lo que hace que el concurso completo se halle entre las pruebas que podrían ser suprimidas en la reorganización del programa para 2012 y que debe ser votado en la reunión de Singapur en 2005. También influye en su contra el hecho de que supone una repetición de pruebas, pues el concurso empieza con una de doma, que ya existe separada; sigue con el cross y termina con otra de salto de obstáculos en un estadio cerrado, la clásica que acapara la mayor atención.

La muerte de Over and Over, pese a los estrictos controles veterinarios existentes, vuelve a cuestionar el maltrato a los animales, que en las pruebas no olímpicas tipo raid llega a su extremo. El caballo, que se había clasificado el 34º entre los 75 participantes en la prueba de doma, trataba de efectuar el recorrido en el menor tiempo posible para no penalizar y superando obstáculos variados, también naturales. En total, entre 35 y 45 saltos. Over and Over, en una reminiscencia del pasado, llevaba al soldado Van Springel -viejo apellido del ciclismo, según el cual debería ir montado en bicicleta- a través del campo enemigo para transmitir un mensaje a sus tropas. Pero murió en el intento.

<i>Over and Over,</i>  saltando en la competición que le llevó a la muerte.
Over and Over, saltando en la competición que le llevó a la muerte.AP

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_