Rebote sin fuerza
Las caídas de las bolsas se vieron frenadas ayer gracias a la búsqueda de gangas por parte de algunos inversores y al propio agotamiento de la corriente vendedora, y ello a pesar de que las variables que han influído en estos últimos descensos mantienen todo su vigor.
El precio del petróleo incluso siguió subiendo ligeramente en los mercados, hasta superar los 45 dólares en Estados Unidos, aunque después descendió, y la situación en Irak apenas ha cambiado en las últimas horas, de ahí que, al margen de los tanteos especulativos que buscaban un rebote de las cotizaciones, la mayoría de los inversores se hayan mantenido al margen de cualquier actuación en las bolsas.
Una de las primeras cosecuencias de esa actitud ha sido una caída espectacular en la contratación que, en el Mercado Continuo, se situó en 1.103,64 millones de euros, menos de la mitad que el día anterior. La actividad institucional apenas tuvo ayer presencia en la Bolsa española, con lo que las operaciones de compraventa en mercado acapararon casi todo el negocio.
El Ibex 35 recuperó el 0,28%, la más débil de las subidas entre las bolsas europeas, con lo que apenas se aleja 20 puntos del mínimo anual. El índice general de la Bolsa de Madrid recuperó el 0,30%.
La debilidad de la respuesta por parte de los inversores españoles es un reflejo, a partes iguales, de la desconfianza que despierta una situación fuera de todo control y de la típica inactividad veraniega, este año algo más forzada por las circunstancias.
Las oscilaciones del petróleo y la inestabilidad de Irak pusieron en un segundo plano lo que hace unos días figuraba en primer lugar en la agenda de los inevrsores: la reunión del comité monetario de la Reserva Federal de Estados Unidos que ayer tenía que decidir la evolución de la política monetaria.
La Bolsa de Nueva York conseguía un avance del 0,73% a media sesión tras conocerse el retroceso en la productividad laboral en el segundo trimestre, un dato cuya influencia sobre la decisión de la FED era una incógnita para la mayoría de los inversores.
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