La perla chilena del banquillo

Dice que se pierde pocos partidos del Madrid, que disfruta viendo jugar a Beckham, Zidane, Figo, Ronaldo... Que éstos le recuerdan a su admirado Palmeiras de mediados de los años 90, con Cafú, Sampaio, Rivaldo, Roberto Carlos... "Nunca he visto jugar a un equipo tan bien. Lo vi en una final ante el Guaraní y era todo un espectáculo", afirma el chileno Manuel Luis Pellegrini Ripamonti, de 51 años, el técnico del Villarreal, un hombre preparado -es ingeniero de caminos y se defiende en cuatro idiomas: español, italiano, inglés y francés-, leído -"leo de todo, sobre todo si gano; cuando pierdo, no me apetece"- y con un brillante palmarés: como entrenador ha ganado títulos en Chile, Ecuador y Argentina. En este último país, con dos clubes, el San Lorenzo de Almagro -el torneo Clausura de 2001 y la Copa Mercosur de ese mismo año- y el River Plate -el Clausura de 2003-.

Pellegrini, fichado por el Villarreal el pasado abril, antes de que finalizara la Liga, fue un defensa "rendidor" que jugó durante 15 años en el Universidad de Chile, uno de los equipos punteros del país junto con el Colo-Colo y el Universidad Católica. Cuenta que le costó "una enormidad" licenciarse en ingeniería porque la compaginaba con el fútbol. "Fueron ocho años de mucho sacrificio. Era una carrera durísima que se me complicó porque no podía asistir a clase por la mañana debido a que me entrenaba. Por la tarde tenía que buscarme la vida para obtener los apuntes".

Considera Pellegrini que llega a Europa en el momento oportuno: "No creo que haya demorado mi aterrizaje en el fútbol europeo. Por varios motivos. Primero, porque estaba muy bien en Argentina, donde me desarrollé profesionalmente. Allí dirigí primero al San Lorenzo, un club grande, y luego pasé al River. Logré tres títulos, dos argentinos y uno internacional. Cumplí una etapa y creo que la cumplí bien. Mi siguiente paso era Europa, donde siento que llego en el momento de mayor rendimiento de mi carrera, con la experiencia de 15 o 16 años como técnico y con una edad que me permite conservar intacta mi ambición".

Su fichaje por el Villarreal ha levantado un gran revuelo en Chile, poco habituado a que sus deportistas o técnicos triunfen en el extranjero. "Chile no es un país de deportistas", explica Pellegrini; "a excepción del fútbol y un poquito el tenis, con Marcelo Ríos y anteriormente con el equipo que jugó ante Italia la final de la Copa Davis de 1976 [Cornejo, Fillol y Prajoux], apenas han salido estrellas. No es una nación en la que se practique el deporte con entusiasmo. Tampoco hay una política deportiva adecuada. En Chile siempre ha habido prioridades más importantes".

Pellegrini revela algunos de sus secretos en el banquillo: "Para mí, es fundamental conocer la personalidad del fútbolista. Saber cómo está, si está cómodo, si le falta algo... Si no mantengo una relación directa con él, un diálogo permanente, es difícil que pueda conocerle. Me gusta tener charlas puntuales con cada uno de ellos". Y sobre su sistema apunta: "No soy partidario de tener las bandas ocupadas. Me gustan los interiores creativos. Y también jugar con dos medios de contención".