Víctor Manuel y Ana Belén actúan en las fiestas de Pinto

La Virgen de Agosto, que se celebra justo en el ecuador del mes bajo distintas personalidades, animará esta semana los pueblos y barrios de Madrid y los llenará de conciertos y verbenas. Víctor y Ana, Chenoa y Fran Perea, por un lado, y Bustamante, por otro, se apropian de las fiestas de Pinto y El Escorial, respectivamente, mientras que en la capital la fiesta se hace más bizarra, con Mojinos, Elefantes o Digitano.

Además, los jardines de Sabatini despiden esta semana su aportación a Los Veranos de la Villa con jazz, flamenco y fusión.

El teatro Pradillo tomará el relevo de Los Veranos de la Villa a los Jardines de Sabatini

Hugo, Manu Tenorio y Bustamante de 'Operación Triunfo' actúan en la Comunidad

- El buen flamenco. El flamenco se ha hecho aún más majestuoso desde la semana pasada, al poder disfrutarse de él junto a las tapias del Palacio Real, con su ala norte ejerciendo de telón de fondo. Bajo ese marco, estos días vuelve a manifestarse gracias a las coreografías de la compañía de Eduardo Serrano, más conocido como El Güito, que ha preparado una tanda de farrucas, soleás, siguiriyas y alegrías. Lo hace para la despedida de Las Noches Flamencas en Sabatini. Un día antes actuará en concierto la guitarra de Gerardo Núñez, a la que seguirá el cante de Capullo de Jerez acompañado del toque de Diego Amaya.

El jazz también suena en los jardines de palacio de Oriente a través del saxofón de Pedro Iturralde, figura capital del género en España. Va a estar dos noches acompañado del Modern Sax Quartet, en lo que puede parecer un homenaje a su dilatada carrera como músico pionero del estilo, además de catedrático y artista visionario que lo arrimó al espíritu andalucista, como a él le gusta decir en sustitución de ese término confuso llamado flamenco-jazz.

La despedida definitiva de la música en los jardines de Sabatini llegará con las dos noches de fusión entre dos aguas: las sónicas flamenca y brasileña. La madrileña Beatrice Binotti es la gran cantante de bossa nova española.

De origen italiano, ha cantado siempre en portugués grandes clásicos de Brasil, pero para esta vez ha prometido un repertorio nuevo en español, aunque siempre con la mirada y el toque brasileño.

El guitarrista brasileño afincado en España hace 12 años, Leo Minax, acompañará a Beatrice en una canción, pero luego será él el protagonista de toda la segunda parte de la noche. Al día siguiente se juntarán durante un momento el piano de Pablo Rubén Maldonado, una figura emergente del flamenco joven, y la guitarra del también brasileño David Tabares, para después ofrecer ambos recitales por separado.

En el teatro Pradillo siguen, empero, Los Veranos de la Villa, pero con una mirada distinta al flamenco: estos días con un espectáculo que junta baile clásico, contemporáneo y break dance a cargo de la compañía de Mario Cruceta, que presenta el espectáculo En rojo vivo.

- Arde Madrid y provincia. A vueltas con la Virgen de Agosto -cuya festividad se celebra el próximo domingo 15 de agosto- y los distintos nombres que recibe la imagen según el lugar, esta semana arden en fiestas numerosos pueblos de la Comunidad madrileña. Pinto, por ejemplo, propone un contradictorio programa entre una alumna del primer Operación Triunfo, Chenoa; una pareja clásica de cantautores, Víctor y Ana; un ídolo con admiradoras por toda España, Fran Perea; unos rockeros que suenan celtas, Mägo de Oz, y un apasionado cantautor catalán de sonido italianizante y andaluz, Antonio Orozco.

Otros triunfitos, como David Bustamante, Hugo o Manu Tenorio se dejan caer, respectivamente, por las localidades de El Escorial, Serranillos del Valle y Villa del Prado, mientras el dúo Andy y Lucas hace doblete entre El Escorial y la bella e histórica localidad de Chinchón. Ahí también recalan los pucelanos Celtas Cortos.

Los sevillanos Despistaos llevan su efervescencia a la ciudad de Torrelodones, mientras que en Guadarrama, Melendi tendrá que seguir demostrando que su mezcla de rumba y rock se aleja de la del dúo de hermanos de origen extremeños Estopa, con los que se le confundió en un principio.

Sin noticias de Holanda es la ópera prima que ha consagrado a este asturiano rumbero cuya canción, Con la luna llena, sonará con insistencia de aquí hasta septiembre al haber sido elegida como sintonía de la próxima edición de la Vuelta a España.

En el centro de Madrid vibran las Vistillas, la plaza de Cascorro, el barrio de Lavapiés o la plaza de la Paja, repletas todas de verbenas, bailes populares y un sinfín de actividades para amenizar las veladas a los muchos madrileños que ya han vuelto de las vacaciones o que no se han ido aún. Destacan, en los jardines de las Vistillas, las actuaciones del cantautor de nacionalidad uruguaya Jorge Drexler, la grosería de Mojinos Escozios, las evocadoras canciones de Asfalto y Topo -dos grupos pioneros de rock urbano madrileño rescatadas ahora gracias a Lele Laina y José Luis Jiménez, miembros de aquellas míticas formaciones- y la sofisticación glam de los catalanes Elefantes.

En la calle de Argumosa, el productor Juanjo Valmorisco expondrá Digitano, su peculiar fusión de electrónica digital con el cante y el compás flamenco.

- Otro jazz y otras canciones. Pedro Iturralde también se baja de los palacios a las tabernas, y esa semana repite en la sala Clamores, donde actúa después de sus dos noches en los jardines de Sabatini. La timba cubana de NG La Banda se adueñará cuatro noches de Calle 54, donde también sonará el piano soul de Jonah Smith.

Cubanía se da a su vez en Vanito Brown, que actúa en solitario un día después de hacerlo con Habana Abierta. La banda de jazz del baterista Larry Martin, con la vocalista Doris Cales, pasa la semana en el Central, mientras que el piano del neoyorquino madrileño Joshua Edelman lo hará durante dos días en Populart, afanado a su proyecto Conexiones, donde da su particular visión del jazz latino. La cantante Amelia Bernet hace doblete entre el Festival 100 Jazz, de Ciempozuelos, en trío, y en el de Las Lunas de Aranjuez, en cuarteto.

Parece que en la capital el rock se reduce sólo al Honky Tonk, con tantos bares del género cerrados hasta septiembre. Se escucha ahí el blues de Los Reyes del K. O., el piano de Kike Jambalaya y la revisión del cancionero de Dylan a cargo de Greenwich Village.