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Reportaje:MONTAÑISMO | Conversación en el hospital entre los conquistadores de la mítica cumbre

El trágico 'ejército de Pancho Villa'

Tres alpinistas desaparecen en la arista de los Abruzzos, abandonados por compañeros de ocasión

El campo base del K-2, la segunda cima del mundo, de 8.611 metros, se ha quedado prácticamente desierto. Desde hace una semana sólo permanecen en la zona una expedición catalana, que intenta la ruta de la Magic Line, y un grupo japonés del que cuatro de sus miembros emularon, el pasado sábado, a los 43 alpinistas que conquistaron la cumbre por la arista de los Abruzzos entre el 26 y el 28 de julio. Pero el éxito en esos tres días de ventana de buen tiempo terminó con una tragedia. Tres montañeros de una expedición internacional comercial desaparecieron cuando trataban de aprovechar el último tranvía de la ruta habitual, cosida por las cuerdas fijas.

Según el diario de la expedición catalana, el 28 de julio, durante la tercera oleada de ataques a la cima, el tiempo empeoró de manera brusca. A las once de la mañana, hora paquistaní, los escaladores estaban bajando de la cumbre o se habían dado la vuelta. En cambio, Alexander Guvaev, un guía de montaña del Khirghistán, estaba ascendiendo a la altura del Cuello de Botella (8.300 metros). Allí se encontró con Iñaki Ochoa de Olza, que bajaba de la cima. Iñaki le advirtió de las terribles condiciones que iba a encontrarse más arriba y le sugirió que se diera la vuelta. No lo hizo. No se le ha vuelto a ver. Desde el campo base se apreció ese día la caída al vacío de un alpinista.

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Entretanto, el ruso Serguey Sogolov y el iraní Davoud Khadem estaban en el campo 4 (7.800 metros). Aunque no intentaron la cumbre, tampoco descendieron, previsiblemente por esperar a Alexander y porque tenían esperanzas de una mejora del tiempo. Aquella noche también pernoctó en el campo 4 la cordada andaluza, que intentó convencer a los ahora desaparecidos de que desistieran. Al día siguiente, andaluces e italianos descendieron al campo base. El ruso y el iraní siguieron en el 4.

La expedición a la Magic Line, liderada por Óscar Cadiach, tuvo constancia de los acontecimientos el día 29. Inmediatamente se organizó un equipo de rescate con nueve personas, entre las que se encontraban Valen Giró, Jordi Tosas, tres sherpas del grupo japonés y el médico andaluz. Su plan era llegar al campo 2 (6.800 metros). Imposible por el mal tiempo. Rescate abortado. Ya el 1 de este mes, los catalanes y japoneses establecieron contacto por radio con Sokolov y Khadem. "Estaban bajando del campo 4 al 3", cuenta Cadiach. El contacto se perdió. Desde entonces, ni una sola noticia.

"Lo más triste", relatan los catalanes en su diario del 1 de agosto, "es que los compañeros de los desaparecidos se han largado glaciar abajo hacia la civilización. Impresentable". A ese grupo comercial internacional, compuesto por una docena de alpinistas, se le conocía en el K-2 como El ejército de Pancho Villa. "Sin ninguna afinidad personal, se juntan por pagar, a un precio muy reducido, los servicios del campo base y del permiso de ascensión", advierten; "¿qué pasa durante la ascensión? Que cada uno va por su cuenta, sin cohesión ni espíritu de equipo". Y concluyen: "Un francés de este grupo estaba en el K-2 porque entre el K-2 y el G-2 (Gasherbrum) había una diferencia de una letra y 500 dólares. Y cualquier alpinista sabe que el K-2 y el G-2 se parecen como el Mont Blanc y el Aneto".

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