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Entrevista:PETER KLUG | CONSEJERO DELEGADO DE BABCOCK BORSIG ESPAÑA

"Somos capaces de crecer casi al 100% anual hasta 2006"

En tres años espera dejar las pérdidas por el crecimiento en energía y medio ambiente

Pedro Gorospe

Cuando el viernes día 30 de julio el Ministerio de Trabajo dijo sí al expediente de regulación de empleo de 258 trabajadores Babcock Borsig España, puso fin a un periodo de seis meses de dudas, desde que el grupo austriaco ATB compró la compañía vasca a la alemana Borsig. Los sindicatos dudaban de las intenciones del grupo austriaco y la Sepi, agente mediador en el proceso de venta, tampoco las tenía todas consigo aunque sabía que era la única opción de reflotar la firma. La confianza del Ministerio en los planes de ATB pone en marcha todo el plan industrial que contempla inversiones hasta 2008 de 76 millones de euros, carga de trabajo para hacer viable el proyecto, y todo ello con la "garantía de que no va a haber más recortes". Babcock, que en 1978 tenía 5.600 trabajadores, va a afrontar esta nueva etapa con unos 500. El consejero delegado de la firma, Peter Klug, un hombre que procede de Austrian Energy asegura que quiere convertir BBE en una empresa autosuficiente, sobre la base de crecimientos sólidos y con la complicidad de los sindicatos, a los que ofrece una política de "libros abiertos".

"Estamos en muy buena posición para conseguir nuevos contratos para el sistema de limpieza de gases de dos plantas que han de reducir CO2"
"Con las ayudas de la SEPI vamos a pagar parte del ajuste laboral, y varias deudas antiguas que que hemos heredado del pasado"
"De acuerdo con la UE, tenemos 22,4 millones para inversión en transferencia tecnológica y 34,4 para maquinaria. El resto será formación"

Pregunta. ¿ATB ha condicionado el relanzamiento de Babcock Borsig España a la resolución del ERE. Ya está solucionado. Cuáles son los primeros pasos para poner en marcha ese plan industrial?

Respuesta. No son los primeros pasos, ya hemos dado muchos pasos, en materia de organización, aunque este sea, públicamente, el comienzo del reflotamiento de la firma. Ya tenemos la nueva organización diseñada, y dentro de esa nueva organización hemos cambiado la estructura del grupo empresarial. A-TEC es el nuevo nombre de la compañía. Ahora ATB es una parte del grupo A-TEC, que todavía sigue creciendo, y que tras la reciente compra de minas de cobre, se va a especializar en producción y maquinaria. BBE se queda en la estructura de Energía y Medio Ambiente del grupo que es donde tiene que crecer en los próximos años.

P. ¿Cuales son los objetivos del BBE?

R. El objetivo de 56 millones en pedidos para 2004 ya está conseguido. Unos 22 millones son debidos a la nueva actividad en válvulas y medio ambiente y 34 al viejo negocio de BBE. Para 2005 tenemos que crecer mucho en energía y medio ambiente hasta hasta el objetivo de los 95 millones de euros. Ya tenemos una expectativas de 26 millones, en ese campo, más 11 en válvulas y los 34 en el negocio tradicional. Es casi duplicar los pedidos. Y para 2006, el año en que esperamos tener un equilibrio financiero después de dos de pérdidas, tenemos que mantener un ritmo similar. Para ese año tenemos identificados ya proyectos por valor de 48 millones. Le podría decir que tenemos capacidad y tecnología para crecer casi un 100% cada año hasta 2006 en campos como la cogeneración de energía, la incineración de residuos, la limpieza de CO2, y los generadores industriales de vapor para diversas aplicaciones.

P. ¿Qué inversiones van a realizar para cumplir esos objetivos. Ustedes se comprometieron a la suma de 76 millones de euros?

R. De acuerdo con las ayudas de la UE se puede hablar de inversiones en maquinaria, inversiones en tecnología e inversiones en formación del personal o cualificación. De acuerdo con esas ayudas tenemos 22,4 millones de euros para transferencia de tecnología, 34,4 millones para inversiones clásicas, en maquinaria, por ejemplo, y el resto hasta esa cantidad es para formación y cualificación de los trabajadores.

P. ¿Cuando va a comenzar ese flujo?

R. Eso está ya en marcha. Tenemos muy claro que hay que conseguir que esta compañía crezca en ingeniería, mecánica de precisión y servicios, y mantenga capacidad en bienes de equipo y válvulas. Somos un grupo puntero en tecnología medio ambiental.

P. ¿Y esas inversiones son hasta 2008?

R. Si pero el ritmo va a depender de la evolución del plan industrial, es decir vamos a hacer, por ejemplo la transferencia de tecnología y la formación en función de cada proyecto, e igualmente las otras inversiones van a depender de como evolucione, por ejemplo el centro de desarrollo de mecánica de precisión, el Centro de Alta Tecnología.

P. ¿Qué dotación de personal va a tener ese nuevo centro y qué funciones va a tener?

R. Hemos empezado hace un mes con reuniones de trabajo y lo vamos a definir muy pronto.Estamos viendo la maquinaria y haciendo los desarrollos. Van a trabajar, al principio entre seis y ocho personas, y se le va a dotar de maquinaria de precisión para fabricar componentes de motores eléctricos para el grupo.

P. ¿Así que desde Bilbao van a suministrar a todo la firma?

R. Vamos a crear el Metalcenter para suministrar materia prima o semielaborada a las que lo necesiten. Este proyecto está muy avanzado también.

P. Sin embargo en setiembre tienen que resolver todavía el referéndum de la plantilla o la cita con la Sepi sobre el plan industrial...

R. Lo que me preocupa de setiembre es conseguir nuevos contratos. Creo que podremos dar buenas noticias en esas fechas. Lo demás va a ir todo bien.

P. ¿Qué tipo de contratos y de qué cuantía?

R. Estamos en una buena posición para conseguir el sistema de limpieza de gases de dos plantas que tienen que reducir sus emisiones de CO2, debido a la aplicación del protocolo de Kyoto. En este campo nuestra tecnología es líder y eso nos debe de colocar en una buena situación de mercado. Las empresas tienen que invertir en reducción de emisiones, y ahí estamos nosotros. Nos avala que hemos conseguido los mejores contratos en Alemania, en Chequia, y tenemos numerosos en China. Prefiero no hablar de cantidades.

P. ¿A qué van a dedicar los 120 millones pendientes de recibir de la Sepi?

R. Una parte va a ser para liquidar el pasado, para pagar el ajuste laboral y deudas de la anterior época. Es la manera de acabar y cerrar el pasado, y de recomenzar de nuevo.

P.¿Existe mercado en el sur de Europa para energía y medio ambiente?

R. Claro que sí. Primero nos vamos a consolidar en España, y después nos vamos a expandir por Portugal, norte de África y Latinoamérica.

P. ¿Y Babcock tiene capacidad y formación?

R. Estoy convencido de ello porque si bien ha de ser una empresa autosuficiente, tiene el apoyo de un gran grupo industrial que va a transferir tecnología, y capacitación con cada proyecto que se ponga en marcha, garantizando carga de trabajo para mantener la firma, hasta que coja su propio impulso.

P. Los sindicatos desconfían porque no se han depositado los avales para futuros proyectos...

R. Los avales van a llegar con cada proyecto del paraguas que nos proporciona Austrian Energi, AE. Esta empresa, de la que depende BBE, es la cabecera de la división de energía y medio ambiente. Repito el objetivo es la autonomía de BBE, pero mientras tanto el paraguas de AE nos va a permitir afrontar cualquier proyecto. No nos van a cortar las alas, como ya le he dicho el negocio va a crecer en torno al 100% en estos tres próximos años, de la mano de un grupo que el pasado año vendió por 700 millones.

Peter Klug, en un hotel de Bilbao, apuesta por crecer en el sector del medio ambiente.
Peter Klug, en un hotel de Bilbao, apuesta por crecer en el sector del medio ambiente.FERNANDO DOMINGO ALDAMA

Klug constituirá en septiembre con los sindicatos la comisión de seguimiento

El consejero delegado de Babcock concede la entrevista en inglés, a pesar de que el aprendizaje del castellano va a buen ritmo. Es más, cuando quiere subrayar algo lo hace usando palabras en un español un tanto sonoro y con aristas, pero comprensible. Es el caso de la Comisión de Seguimiento. Entendió perfectamente cuando salió en la conversación, y en ese preciso momento dijo que con los sindicatos quiere una política de "libros abiertos". Klug se comprometió ayer en constituir la Comisión de Seguimiento -que figura en el ERE aprobado por el Ministerio de Trabajo- el próximo septiembre, y en ella facilitar toda la información a las centrales sindicales. "Sólo va a haber cosas que ocultar a la competencia, pero no a los sindicatos", dice Klug. El consejero delegado dice ser muy comprensivo con la situación que ha atravesado la empresa, con pérdidas sucesivas durante muchos años, y con una batalla sindical prolongada. Por eso, cuando se le pregunta si los seis meses que han pasado entre la compra de la empresa y la aprobación del ERE ha sido un periodo excesivamente largo, él responde que, visto en su contexto, no, aunque desde un punto estrictamente empresarial podría serlo.

Lo cierto es que Babcock Wilcox España entró al sector público en 1978, y aquel año tenía 5.600 trabajadores. En 25 años se ha quedado con 500. La trayectoria laboral ha sido muy dura, "pero eso ya ha terminado y ahora tenemos que empezar a poner nuestra oferta al nivel de la demanda". Klug también evita criticar al Gobierno vasco por remitir a la Administración central una resolución negativa al expediente de regulación de empleo.

"Creo que lo importante ahora es ganarnos la confianza del Gobierno vasco, y de los trabajadores, pero sobre todo del mercado, y demostrarles a todos que A-TEC es un grupo con capacidad, que hace bien las cosas y que ha llegado al País Vasco para quedarse, para invertir y generar riqueza y bienestar", explica el consejero delegado.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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