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Reportaje:FÓRUM DE BARCELONA | Exposiciones

Un festival de exposiciones

El programa expositivo del Fórum en el recinto y en la ciudad ha costado en conjunto unos 33,4 millones de euros

La oferta de exposiciones de Barcelona durante este verano es insólita, excepcional y casi podría decirse que irrepetible. Los museos, fundaciones y centros culturales de la ciudad ofrecen un auténtico festival de arte con propuestas tan variadas que abarcan desde piezas del Paleolítico hasta las últimas tendencias, desde una guitarra de Bruce Springsteen a bustos mesopotámicos, desde ricas piezas de oro precolombinas a modestos collages dadaístas. La razón de este despliegue, naturalmente, hay que buscarla en la celebración del Fórum, que tuvo el acierto de intentar buscar la colaboración de los agentes culturales de la ciudad y convencerlos de que organizaran exposiciones relacionadas con alguno de sus tres ejes básicos (paz, sostenibilidad y diversidad cultural). El resultado ha sido una profusión de exposiciones temáticas sin precedentes en la ciudad -la única individual de un artista tiene como protagonista a Picasso- y una presencia de artes de otras culturas como no se había visto en años, especialmente de China y Latinoamérica.

La oferta artística de la ciudad es excepcional por su calidad y casi irrepetible por su coste
'La condicion humana' es gratuita con la entrada del recinto, pero no está indicado

Además de por el esfuerzo y profesionalidad de los responsables y comisarios de estas instituciones, las exposiciones han sido posibles gracias, como suele suceder, a que han gozado de una inyección de dinero considerable. En conjunto, las 27 exposiciones organizadas con motivo del Fórum -la cifra oficial, porque de hecho ha habido más que se han ido sumando con posterioridad y que no se incluyen en esta relación- suman 33,4 millones de euros, de los que 23,6 los ha aportado la organización del Fórum, cuyo presupuesto general ronda los 342 millones. Las organizadas en la ciudad han costado 16,3 millones de euros, de los que 7,7 millones corresponden a la aportación del Fórum, que además ha organizado una veintena de exhibiciones de pequeño y medio formato que pueden verse en diversos lugares del recinto.

De los 23,6 millones mencionados, la mayor parte, 17,6 millones, se ha dedicado a las cinco exposiciones de producción propia y el resto ha servido para apoyar las que han organizado otros centros. De las primeras, cuatro, las más conocidas, se presentan en el recinto del Fórum y una, La condición humana, en pleno centro, en el complejo del Museo de Historia de Barcelona y el Saló del Tinell.

Si hasta aquí todo era correcto, el problema está en la difusión que se está haciendo de estas exposiciones. La más perjudicada es, sin duda, La condición humana, que sólo ha conseguido atraer a unos 20.000 visitantes, una cifra ridícula teniendo en cuenta que reúne unas 200 piezas procedentes de museos y colecciones de todo el mundo que en algunos casos son excepcionales. Si al escaso número de visitantes se añade que, según datos municipales, sólo 6.500 de estos visitantes han accedido con la entrada del Fórum, el problema se agrava. ¿Qué pasa? Pues que el acceso a esta exposición es gratis, como a las otras del recinto del Fórum: solamente hay que enseñar la entrada. Pero en ella no hay nada que diga que el visitante haría bien en guardarla para poder visitar la exposición todas las veces que quiera (ocupa tres espacios y es mejor visitarla en dos ocasiones), y tampoco se les explica nada al respecto en el interior del recinto. El público, los 600.000 visitantes que han visitado los Guerreros de Xi'an, no sabe que tiene esta opción, por lo que, sencillamente, no acude.

Con la entrada del recinto se da, eso sí, un vale para poder visitar cualquiera de las otras 14 exposiciones de pago que se celebran en distintos museos de la ciudad. Es un vale pequeño en el que sólo aparecen los nombres de los museos, pero no el de la exposición, y que no se acompaña de información más amplia (bastaría un folio de mano similar al que se entrega diariamente a los visitantes con la programación del recinto) que le permita seleccionar la que más le interesa. De esta manera, no es extraño que sólo 74.423 de los 546.564 visitantes que en conjunto han tenido las exposiciones que se celebran en la ciudad hayan utilizado el vale del Fórum.

El exceso de oferta, es cierto, está resultando inconveniente porque la sana competencia que ha habido entre los centros está dividiendo al público. Es una explicación a la que se suma la evidente falta de información del ciudadano -a veces por sobredosis- y, según algunos, la constatación de que el público interesado en cultura en la ciudad no da más de sí. En este sentido, no es extraño que el ranking de visitantes en ciudad lo encabecen Picasso, guerra y paz (96.548), La belleza del fracaso / el fracaso de la belleza (87.062), Confucio (70.343), El cuerpo y el cosmos (61.508) y Catalunya, país de trobada (70.768). Las dos primeras están situadas en dos museos de gran tirón turístico, el Picasso y la Fundación Miró, que, sin desmerecer el valor intrínseco de sus exposiciones, ya de por sí atraen a una gran cantidad de público. Y las otras tres son gratuitas.

No se ha visto muy compensado el esfuerzo que ha realizado el Instituto Europeo del Mediterráneo, que ha presentado en dos sedes Mediterraneum, una exposición sobre la cultura medieval en las riberas del Mare Nostrum que ha recibido sólo 8.600 visitantes en el Museo de Historia de Cataluña y 15.000 en el Museo Marítimo. Y eso que un presupuesto de 1,8 millones de euros les ha permitido cotnar con piezas excepcionales.

Y es que, exceptuando las fundaciones de las grandes cajas (La Caixa y Caixa Catalunya), la mayoría de los museos y las instituciones de esta ciudad no cuentan habitualmente con presupuestos de esta envergadura para realizar exposiciones. Sólo el Museo Picasso, el CCCB, el Macba y la Fundación Miró se aventuran, y muy de vez en cuando, a organizar exhibiciones que superen los 600.000 euros. La mayoría trabajan con presupuestos que oscilan entre 150.000 y 300.000 euros, y esto siendo generosos, ya que en general los museos pequeños no cuentan ni con esto. Es significativo en este sentido que tres museos municipales (el Etnológico, el de Artes Decorativas y el Instituto Botánico) hayan optado por aprovechar la coyuntura para reordenar y presentar sus colecciones, aunque a ninguno de ellos le ha llegado para el catálogo.

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