Un silencio ensordecedor

"Pienso en los ojos. / Los ojos de quien entra en un vagón y ve / -no ve- / los ojos de los otros. Y rehúye -o no- / no ver, mirar / los cuerpos, las presencias / de los otros. / Mira entonces adónde: ¿minutos más allá / después del ruido? / O mira sin querer y ve -quizá- / la carne que será carne en su hoguera, / hecatombre a qué dios que no mira, no ve, / como ven los ojos de ese hombre / que sale del vagón / y marca con apremio las cifras de la muerte / para llamar a quién. / Y esa llamada, / que nadie oyó / jamás, / nos ensordece". Éste es, íntegro, el poema con el que Ada Sala colabora en este volumen dedicado a los atentados del 11 de marzo en Madrid y cuyos beneficios se destinarán a la Asociación de Víctimas del Terrorismo. Con ello se suma el colectivo El Sornabique a iniciativas similares de las editoriales Pre-Textos y Bartleby. Coordinados por José Luis Morante y acompañados, en este caso, de fotografías de Javier Cabañero Valencia y Fernando Sánchez Fernández, aportan sus poemas, entre otros, Jordi Doce, José Luna Borge, Elena Medel, Jesús Urceloy, Manuel Moya, Ángeles Mora, Eduardo Jordá, Julia Otxoa y José Cereijo. "La muerte viaja en tren de cercanías", dice en su poema Luis Felipe Comendador, director de la revista que acoge este libro sobrio en el que la poesía ha querido arriesgarse a nombrar el horror de lo que no tiene nombre.