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ZP, en primera persona | HUMOR
Columna
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La ministra invisible

Aprovecho los tiempos muertos para tomar algunas notas en forma de profundo diario que unifique mis reflexiones).

Ser ministra invisible tiene algunas desventajas con vistas a la opinión pública, pero resulta profundamente útil para meterse con Solbes, Tío Pedro, según le llaman todos. Un día, María Antonia Trujillo coloca un cubo de agua en lo alto de una puerta al paso de Solbes, para calarle enterito. Solbes, flemático, se pone un rato al sol y murmura: "A ver si me resfrío, Trujillo". Otro día, anda paseando Solbes por el jardín, entretenido en las rosas, y de repente cae al suelo cuan redondo es: la ministra invisible le ha puesto la zancadilla. Solbes se incorpora, se sacude el polvo de su camisa de flores, y murmura afable: "Trujillo, Trujillo, en otoño te pillo".

Solbes se niega a caer en provocaciones, él ha visto mucho mundo, pero en otoño la vamos a tener. A Trujillo no le va a dar ni un duro para su ministerio, que ahora no recuerdo cuál es, por cierto. Más invisible no puede ser esta ministra. ¡Ah, sí, ministra de Agricultura! ¿O Agricultura era...? ¿Quién demonios es la ministra de Agricultura?

-María Teresa.

-¿A quién hay que azotar, presidente?

-No, no, es una consulta.

-Eres un blando.

-¿Tú no crees que en algunos ministerios damos un perfil muy bajo?

-Es lo que tú pediste, presidente: hay que ser humilde, hacer pocas declaraciones altisonantes, que no se note que tenemos la mayoría.

-Pero es que en algunos casos no se nota nada.

-Ah, chico, haber matizado. Perfil bajo querías, perfil bajo tienes.

-¡Pero yo dije bajo, no subterráneo!

-Insisto, entonces: ¿a quién hay que azotar?

A este paso, María Teresa tampoco abandonará la casa en todo el mes. En todas sus biografías se destaca que es seria, trabajadora y rigurosa, tres adjetivos de la misma serie. Nadie dice: seria y trabajadora, AUNQUE despistada. O bien: seria y trabajadora, PERO juerguista. Es una lástima que se desconozcan algunas misiones dificilísimas que María Teresa ha cumplido con seriedad, esfuerzo y rigor. ¡Mecachis, otra vez los tres mismos valores!

Ha cumplido la vicepresidenta misiones dificilísimas... e increíbles. Nadie cree que es profundamente cierto lo que nos sucedió a las pocas horas de tomar posesión de nuestros cargos, e instalarnos en el palacio de la Moncloa. Aunque nadie lo crea, fue así: encargué a María Teresa ponerse en contacto con los presidentes autonómicos para transmitirles personalmente la orden de retirada de las tropas de Irak. María Teresa se dirigió al gabinete telegráfico y se puso manos a la obra, pero... no había un solo teléfono actualizado. José María Aznar no tenía en La Moncloa el móvil de Juan José Ibarretxe. Qué cosas. Ni siquiera para enviarle un SMS de cuándo en cuándo: "Eres 1 prsvtrgfs". ¡Pero es que no tenía el móvil de casi ningún presidente! Sólo estaban actualizados los teléfonos de los cargos institucionales del PP. No puede decirse que José María Aznar fuera persona de muchos matices.

-Presidente, o me das una orden, o te la doy yo o qué. Si crees que mirar al infinito basta para gobernar estás muy equivocado.

La voz de Pedro Solbes me sacó del apuro.

-¿Usted también poniendo cubos de agua tras las puertas, Espinosa?

¡Eso! Elena Espinosa es la ministra de Agricultura.

MARIO MARQUERIE

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