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Robados dos separadores del primer tramo del carril-bus

La EMT asegura que las deformaciones que ya sufre este bordillo eran "previsibles"

F. Javier Barroso

Seis tornillos y otras tantas arandelas incrustados en el asfalto eran ayer las únicas señales visibles del lugar que otrora ocupaban dos separadores del primer tramo del bordillo del carril-bus instalado el pasado 27 de julio en la avenida de la Ciudad de Barcelona (distrito de Retiro). La Empresa Municipal de Transportes (EMT) se dio cuenta de su robo el pasado lunes, cuando faltaban estas dos piezas de polietileno, que miden en total cuatro metros. La compañía también ha restado importancia a que algunas piezas de este bordillo estén deformadas tras ser golpeadas por algún vehículo.

El nuevo bordillo del carril-bus está instalado en los primeros 600 metros de la avenida de la Ciudad de Barcelona, en los carriles en dirección a Puente de Vallecas. Todas las primeras piezas de estos separadores se encuentran dañadas, de forma que ninguna tiene la forma original de cuando fueron instaladas hace justo dos semanas. Accidentes de diferentes grados o vehículos que han pasado por encima de estas piezas de polietileno flexible de alta densidad las han deformado sin llegar a partirlas.

Sin embargo, la sorpresa llegó el lunes por la mañana, cuando los responsables de la EMT comprobaron que dos separadores habían sido sustraídos sin que haya ningún tipo de rastro de los mismos. Las piezas están ancladas firmemente al suelo mediante un pegamento, formado por dos componentes químicos, que penetra en el hormigón y hace una cama especial en el asfalto. Así se garantiza su dureza, de forma que los enormes bordillos no sean desprendidos de la calzada y causen algún accidente. "Es muy raro lo ocurrido, porque hay mucha gente que está pendiente de este bordillo. Nadie ha visto cómo las arrancaban o siquiera algún trozo suelto que podría haberse dañado en un hipotético accidente", explica la ingeniera de la EMT y responsable del proyecto, Gema Barroso.

De momento, la EMT no tiene una versión oficial al respecto y no descartan que se trate de un robo. Ahora, los interesados en poseer estas piezas debieron de tomarse su tiempo, ya que las medidas de seguridad y anclaje obligan a trabajar con herramientas especiales. Un simple destornillador no sirve para aflojar las uniones al asfalto. Tampoco cabe la mano de una persona por los tres huecos de que disponen estos separadores para acceder a las fijaciones. "Además, las arandelas y los tornillos no están doblados ni arrancados", añade la ingeniera de la EMT, "y es muy raro que ningún conductor o empleado las haya visto, aunque sea lejos de la avenida de la Ciudad de Barcelona".

Barroso también se mostró satisfecha con el resultado de los 15 primeros días de funcionamiento de este bordillo. Algunos sectores han criticado que las piezas de entrada y salida de cada tramo (de unos 70 metros de longitud como máximo) hayan resultado dañadas en tan poco tiempo y ofrezcan un aspecto lamentable. La responsable del proyecto asegura que se hicieron numerosas pruebas con otros materiales (hormigón, caucho reciclado y otras composiciones de polietileno), y la solución adoptada (polietileno flexible de alta densidad) fue la menos peligrosa para los automovilistas: "El modelo adoptado puede sufrir golpes sin romperse, ya que sólo se deforma. No es arrancado por los automovilistas, con lo que no resulta un peligro para otros usuarios de la calle, y aguanta altísimas temperaturas". "Han sido diseñadas para estar en la calle y aguantar que un autobús de hasta 15 toneladas pase por encima y recuperen en parte su forma primera. Cuando estén muy deteriorados, deberán ser cambiados como cualquier otro elemento del mobiliario urbano o señal de circulación", añade Barroso. La EMT estudia colocar piezas rebajadas en los tramos de entrada y salida de estos bordillos. Ahora está siendo preparado el molde en Irlanda y Polonia, donde son fabricados.

La calle de Serrano, la Cuesta de San Vicente y los paseos de la Castellana, Recoletos y Prado serán las próximas vías donde será instalado este bordillo.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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