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Reportaje:PUERTOS CON ENCANTO | Verano 2004

El escaparate del lujo

Puerto Banús se mantiene como cita obligada en la Costa del Sol

Puerto Banús es sin duda sinónimo de lujo, de grandes yates de recreo, boutiques de marcas o coches de vértigo, un reclamo que todos los años atrae a millones de turistas de toda clase y condición. Su característica arquitectura de pueblo blanco mediterráneo con casas irregulares, obra del arquitecto mejicano Noldi Scheck, es parte del encanto del más antiguo de los puertos deportivos de España. El recinto náutico acoge hasta 600 locales, desde establecimientos de firmas como Dior o Armani hasta discotecas y restaurantes de todas las nacionalidades.

En sus instalaciones el día se confunde con la noche y sigue un ritmo diferente. Tiendas que cierran de madrugada y que invitan a los visitantes a un recorrido tardío después de una cena. Pero sin duda son las embarcaciones de gran eslora, algunas propiedad de magnates del petróleo, las que llaman más la atención de los turistas, que no dudan en fotografiarse delante de estas lujosas naves, en cuyas cubiertas algunos privilegiados disfrutan de su terraza privada. Otros prefieren tomarse una copa en alguno de los cientos de locales nocturnos que salen de su letargo pasada la medianoche. Las luces de los restaurantes de primera línea se apagan y el ambiente se traslada a las calles traseras.

Desde su inauguración en mayo de 1970, Puerto Banús ha sido tradicionalmente punto de encuentro de personajes famosos, como Mel Ferrer, Audrey Hepburn, Maria Callas o Don Juan de Borbón, que atracaba fielmente todos los años su barco Giralda. Los armadores griegos, Onassis y Niarchos, anclaban también sus yates frente al recinto y eran famosas sus fiestas privadas, a las que los invitados llegaban en lanchas. Aunque ha perdido su glamour, el recinto sigue conservando un toque de distinción unido a un cierto populismo, del que siempre hizo gala. Aún hoy es fácil cruzarse con algunas de las caras más conocidas de la televisión, actores, futbolistas, banqueros o vedettes.

Este recinto náutico fue el sueño de José Banús, que recorrió toda la costa azul francesa para tomar ideas de otros puertos deportivos. Se inauguró con grandes fuegos artificiales y la actuación de Julio Iglesias. El primer barco que atracó en Banús fue un pequeño motovelero, el Virgen del Rocío. Mucho ha llovido desde entonces. El pasado año más de 4 millones de turistas visitaron Puerto Banús. Sus 915 atraques actuales, para barcos de 8 a 50 metros de eslora, se llenan todos los veranos, y la ocupación media diaria es de 800 embarcaciones. Los distintos negocios generan cerca de 2.000 puestos de trabajo, que se duplican en temporada alta. A esto hay que sumar los propios trabajadores del puerto y los que se encargan de los barcos.

La empresa concesionaria ha presentado un proyecto de ampliación para 450 nuevos atraques, la mayoría para buques de gran eslora de los 50 a 120 metros, que no pueden en la actualidad anclar en el municipio. Un ambicioso proyecto, que requiere una inversión de 36 millones de euros y que permitiría a Marbella entrar en el circuito de los grandes cruceros de lujo que navegan por el Mediterráneo en un par de años.

Instalaciones. 915 puntos de atraque. Centro médico 24 horas, varadero, alquiler de vehículos, tres aparcamientos públicos, casino y 7 salas de cine en la zona. De los 450 locales comerciales existentes, 40 son de lujo. Además 109 boutiques, un hotel, pubs, restaurantes, discotecas. Dos playas a levante y poniente completan su oferta.

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