_
_
_
_
Palabras.net

Joseph Zinker y el amor en nuestro tiempo

Durante toda la mañana se había sorprendido pensando en el cuento que su página de Internet le había contado el día anterior. ¿Sería eso el amor? ¿Una entrega tan desinteresada como para darlo todo sin ninguna recompensa que no sea el beneficio del amado? Si efectivamente era eso, ella no había amado nunca, y lo que es peor, quizás nunca había sido amada verdaderamente. Estaba deseando regresar a casa para volver a preguntar sobre el amor.

Recién a las siete de la tarde pudo llegar a su piso. Se sentó frente al ordenador y abrió la página de palabrasalacarta.com. Esta vez tipeó en el recuadro:

AMOR VERDADERO

... "Amor" es posiblemente una de las palabras más usadas en los últimos doscientos años. A su sombra se han justificado las atrocidades más espantosas y se han explicado las actitudes más solidarias. Los santos, los dictadores, los bondadosos, los asesinos, los sacerdotes y los hechiceros, los eruditos y los analfabetos, los amantes y los desamorados; todos hablan de amor y muchos de ellos ni siquiera saben de que están hablando.

Es la sincera decisión de ocuparse en crear un espacio de libertad para la persona amada

Definir sentimientos es, de todas maneras, un gran desafío y un reto imposible de salvar completamente; sin embargo, podemos aproximarnos, compartiendo nuestras ideas acerca de ellos.

No escribiré aquí sobre el amor de las novelas románticas, eterno y excluyente; ni sobre el amor de las tragedias griegas, dramático e irresistible, sino sobre el amor de nuestros tiempos, sobre nuestro amor; un amor que no es ningún sentimiento sublime, reservado para unos pocos, ni tampoco algo que se siente exclusivamente en un momento de la vida frente a una única persona.

Un amor posible y real, que está íntimamente emparentado con lo que cotidianamente llamamos "querer mucho" a alguien. Si definimos el querer como "el más puro interés por el bienestar de otra persona" podremos entender que amamos cuando sentimos que nos importa muchísimo el bienestar de otro.

El amor "verdadero" es, pues, el verdadero interés por lo que le suceda a alguien; sea ese alguien tu hijo, tu madre, tu pareja, tu vecino o el prójimo anónimo y desconocido. Estoy diciendo que si alguien, por cercano que sea, no se interesa en lo que te sucede, no pregunta por tus cosas, nunca tiene espacio para escucharte, y mucho menos para tenderte una mano, deberás asumir (aunque sea doloroso) que mucho no te quiere, aunque ande dejando cartitas y haciéndote regalos todos los meses. Puede sonar doloroso y contundente, pero así es.

Por el contrario, la persona que se ocupa de ti y le importas; la que se alegra con tus logros y te acompaña en un momento difícil pero respeta tus tiempos y tus elecciones; la que siente interés por lo tuyo sin querer poseerte; esa persona posiblemente te quiere aunque te grite que nunca te quiso, aunque jure y perjure que ya no te quiere más.

Todos los filósofos, pensadores, religiosos y terapeutas de la historia han creado su propia definición acerca del amor.

De entre ellas quiero dejar aquí la que Josef Zinker propone en su libro El proceso creativo: El amor es el regocijo por la sola existencia de la persona amada.

Y también, por qué no, la mía.

El amor es la sincera decisión de ocuparse en crear un espacio de libertad para la persona amada. Un espacio tan grande y no condicionado como para que ella pueda elegir lo que desee: aun cuando su decisión no me agrade, aun cuando su elección no me incluya.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_