El 'folk' se queda pequeño para Cambridge

Es el festival folk con más solera del Reino Unido y probablemente el único de Europa capaz de tumbar barreras musicales sin dejar atrás al público tradicionalista. En su 40ª edición, que concluye hoy domingo, el Festival Folk de Cambridge ha reunido a artistas y bandas tan dispares como Jimmy Cliff, Willian Welch, The Divine Comedy o Amparanoia. "Redefinimos continuamente lo que se entiende por folk sin alienar a los puristas. Combinamos la tradición con lo inesperado. Por tanto, ofrecemos en nuestro cartel folk, americana, country, música world, étnica...", reconoce Neil Jones, responsable de marketing de esta cita veraniega del calendario festivalero británico.

El contagioso ritmo reggae de Jimmy Cliff, genuina leyenda en esta tierras, dio paso a los acordes de la guitarra de William Welch, una de las voces más destacadas de la banda sonora de O Brother Where Art Thou, el filme de los hermanos Coen. También Loudon Wainwright III ha hecho sus pinitos en el cine - poniendo música a la fantasía de Tim Burton en Big Fish-, y llegó este fin de semana a Cambridge con la soltura de un auténtico veterano del certamen.

El festival 'folk' de Cambridge es el único capaz de tumbar barreras musicales sin dejar atrás al público tradicionalista

Amparanoia, en cambio, empezó con mal pie. El grupo de la jiennense Amparo Sánchez tenía previsto actuar el viernes después de comer, pero unas horas antes su avión aún no había aterrizado en el vecino aeropuerto de Stansted. No cundió el pánico, aunque algunos nervios se aflojaron, y un ajuste de cartel condujo de nuevo la velada por su buen cauce. Con su compilatorio Rebeldía con alegría recién estrenado en el Reino Unido, la crítica presentaba al colectivo hispano-cubano-latino entre los "prometedores éxitos del verano". Amparo Sánchez disfrutó en el estrado de Cambridge y también contagió su buen humor y energía a la audiencia.

Es curioso este festival. "Único", dice Jones. Organizado por el Ayuntamiento de la ciudad, y asentado desde sus inicios en Cherry Hinton Hall, un parque en plena zona residencial, destaca por un ambiente relajado, amistoso y eminentemente familiar. Las únicas disputas en los tres días de fiesta y acampada tienden a surgir del empeño de los más puristas en colocar sus sillas plegables frente a los escenarios. Les cuesta aceptar el consenso del resto de la audiencia que prefiere bailar o moverse con el sonido de la gaita de Susana Seivane, la trikitixa de Kepa Junkera o la guitarra del joven estadounidense Josh Ritter, entre los invitados de la 40ª edición.

Mucho ha crecido el certamen desde ese primer fin de semana, en julio de 1964, cuando unas 1.400 personas tuvieron ocasión de escuchar a un jovencísimo y prácticamente desconocido Paul Simon. Acababa de sacar su primer single, I am a Rock, y la leyenda cuenta que su inclusión en el festival se produjo muy a última hora, cuando el director aceptó a regañadientes pagarle 15 libras (unos 20 euros) por actuar.

Elvis Costello, Nick Cave, Carlos Núñez y el desaparecido Joe Strummer, líder de la banda punk The Clash y posteriormente de Mescaleros, han peregrinado a Cambridge, junto a otras estrellas de la música folk, en distintas ocasiones.