Sobre las memorias de Alfonso Guerra

He leído atentamente el libro Cuando el tiempo nos alcanza, de reciente publicación, y cuál es mi sorpresa al observar el olvido (me consta que ignorancia no) de que hace gala su autor al no mencionar a un ciudadano sevillano, ilustre donde los haya, que dio gran parte de su vida por sus ideas socialistas. Me estoy refiriendo a Celestino Tejeiro Jiménez, vecino del sevillano barrio de la Ciudad Jardín, fallecido un año antes que el dictador Franco y, muy lamentablemente, en el más triste de los olvidos por toda la historiografía local. Celestino fue un obrero, de oficio charolista, luchador incansable y ejemplo para tantos y tantos militantes que le relevaron en su lucha por la libertad.

Señalar que cuando se menciona al grupo de los socialistas de Sevilla, no comprendo cómo el autor, con la sensibilidad que le caracteriza, no menciona en ningún momento a Celestino, cuando bien debe saber que en el contexto de los años previos a la transición muy pocos antifranquistas como Celestino fueron capaces de mantener en alto sus convicciones socialistas, con una integridad ideológica a prueba de torturas (que sufrió reiteradamente en sus carnes) y, además, me atrevo a decir, un hombre autodidacta y culto que era un referente (muchos lo veían como el "maestro") de una juventud comprometida en el cambio que tanto se anhelaba. Sus propios compañeros de partido de aquella época así lo atestiguaban y todos los que lo conocieron lo siguen confirmando en la actualidad.

Desde estas líneas quisiera transmitir al autor de Cuando el tiempo nos alcanza que en la segunda entrega que dice publicará en un futuro, y en aras de esa memoria histórica que tan prolijamente refleja en sus páginas, no olvide a este sevillano, nacido en el Viso del Alcor y cuya existencia estuvo siempre condicionada por la defensa de una siglas que, por su condición de obrero, dignificó durante toda su existencia.

Precisamente, este mes de julio se conmemora el 30 aniversario de su muerte. Me pregunto cuándo se hará justicia a su memoria.