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FÚTBOL

Caras nuevas, viejos males

El Atlético se clasifica para semifinales de la Intertoto perdiendo en casa, pidiendo la hora y abroncado por su público

El Atlético acabó pidiendo la hora contra un equipo desconocido, abroncado por su público, y con los 11 jugadores metidos en su área para defender un resultado que les da el pase a la siguiente ronda de la Intertoto por el valor de los goles en campo contrario.

El problema principal -tiene más de uno- del Atlético es que no tiene centro del campo desde tiempo inmemorial. Pasan los años. Los entrenadores. Toda clase de jugadores. Pasan gurús de los fichajes, directores deportivos, secretarios técnicos, representantes bienintencionados... Pero da igual. El equipo rojiblanco no funciona en el medio. Irremediablemente se fractura por la mitad. Se rompe y eso desencadena un efecto dominó que afecta a todas las líneas: los delanteros quedan aislados, los costados naufragan y vagan a la deriva oscilando entre las orillas y el interior sin saber que hacer, los mediapuntas se desesperan y retrasan su posición en busca de la pelota, los laterales cobran demasiado protagonismo y hasta el portero no sabe a quién darle el balón y termina recurriendo al socorrido patadón. Todo eso volvió a suceder ayer en la derrota del Atlético contra un muy limitado equipo checo que se llama Zlin.

Atlético 0 - Zlin 2

Atlético: Leo Franco; Perea, García Calvo, Pablo, Antonio López; Simeone, Jorge (Torres, m. 55); Novo (Aguilera, m. 53), Ibagaza, Nano (Musampa, m. 7); y Paunovic. Zlin: Baranek; Janicek, Kroca, Svach, Hubacek; Vrtelka; Cervenka, Cinkala (Licka, m. 53), Lasota, Dujka (Dobes, m. 80); y Malar (Lukastik, m. 73). Goles: 0-1. M. 11. Malar se aprovecha de un error de García Calvo para batir de tiro raso y ajustado a Leo Franco. 0-2. M. 70. Kroca cabecea a la escuadra. Árbitro: Jorg Kessler (Alemania). Amonestó a Novo, Aguilera, García Calvo, Svach y Janicek. 15.000 espectadores en el Calderón. El Atlético se clasifica para las semifinales de la Intertoto.

La idea de ayer fue juntar a Simeone -la garra, el derroche físico, la contención- con Jorge -la clase, el toque sutil, la voluntad de construir-. Y salió mal. Ni Simeone destruyó demasiado, ni Jorge fabricó casi nada. El Zlin -es cierto- se defendía mucho y con muchas ganas. Pero el Zlin -también es cierto- no era capaz de dar dos pases seguidos ni de defender con un poco de inteligencia. El Zlin, correr, lo que se dice correr, sí corría. Pero pensar, lo que se dice pensar, no. Ni para atacar, ni para resguardarse.

Las dos mejores ocasiones de los rojiblancos hasta la salida al campo de Fernando Torres llegaron por las bandas. Una, la mejor, tras un pase muy largo de Ibagaza a Novo. El interior llegó al balón junto a la línea de fondo, casi traspasándola, y dejó un pase atrás para el remate de Paunovic, que no llegó por poco. En el primer tiempo, aparte de un par de saques de esquina, no hubo más. En la segunda oportunidad Musampa, que salió por la lesión de Nano, dejó un poste tiritando.

Fernando Torres debutó en una competición internacional. Una no muy prestigiosa y en una ronda preliminar, pero debutó. El delantero cumplió y se inventó un par de ocasiones de la nada. Una tarea a la que está acostumbrado. Ya sabe lo que es buscarse la vida en un equipo en el que casi nadie parece un amigo. Consiguió sacar un mano a mano con el portero de un balón perdido y un cabezazo espectacular de un centro perpendicular desde el centro del campo de Antonio López.

El primero gol del Zlin fue un error descomunal de García Calvo. El central se fue al suelo antes de tiempo y dejó una autopista para que los checos empezasen a apretar de la soga con la que el Atlético parecía empeñado en ahorcarse. Tan empeñado que cuando encajó el segundo gol, no sabía si lanzarse al ataque, taparse la cara con la camiseta o pedir la hora al árbitro. Al final, hizo lo de siempre: darle la pelota a Torres y rezar.

Por otra parte, el Villarreal se clasificó tras empatar a dos con el Spartak en Moscú. El 1-0 de la ida les bastó a los castellonenses para superar la eliminatoria.

Fernando Torres se lamenta echándose las manos a la cabeza tras fallar una ocasión de gol
Fernando Torres se lamenta echándose las manos a la cabeza tras fallar una ocasión de golASSOCIATED PRESS

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