Golazo y título para España
Un formidable tanto de Valero derriba la durísima resistencia turca
La acción se inició en un inocente saque de banda, que nada prometía. Sergio Ramos mandó el balón a Soldado, un jugador a ratos mágico que fue golpeado con saña por la defensa turca. Tocó de espuela el delantero del Madrid y su compañero de equipo Valero se apropió de la pelota en las cercanías del vértice derecho del área rival. Dio la vuelta sobre sí mismo, amagó con irse a la izquierda, dejó sentados a cuantos salieron a su encuentro y desde allí mandó la pelota a la escuadra derecha de la meta turca. Semejante obra de arte tuvo lugar en el minuto 92 de la final del Europeo y le dio a la selección española sub 19 el título continental, el 11º que conquista en categorías inferiores.
TURQUÍA 0 - ESPAÑA 1
Turquía: Ozcan; Aslantas, Tahtaisleyen, Sam, Teber; Yilmaz, Inan, S. Ozturk (Aksu, m. 58), Aygun (Emre, m. 46); A. Ozturk y Zengin.
España: Ribas; Ramos, Alexis, Robusté, Garrido; Markel, Albiol; Juanfran (Joan Tomás, m. 66), Víctor (Valero, m. 84) Silva (Gavilán, m. 54); y Soldado.
Gol: 0-1. M. 92. Valero recibe de Soldado, se deshace de dos rivales y manda una vaselina a la escuadra de Ozcan.
Árbitro: Pedro Proenga (Portugal). Amonestó a Tahtaisleyen, Yilmaz, Alexis y Ufarte, seleccionador español. Tras el gol fue atendido al recibir el impacto de una botella de plástico.
Unos 3.000 espectadores en el estadio Colovray de Nyón. españa, campeona.
No hay torneo juvenil que se precie en el que no brille España, que acumula más títulos que ningún otro país europeo. Sin embargo, en los últimos tiempos las finales se les han atragantado a los jóvenes españoles, que habían cerrado con derrota sus cuatro últimas intentonas. Pero siempre está ahí el equipo, a diferencia de la selección absoluta, a la que no se le atraganta final alguna porque no disputa una desde hace 20 años. Ayer, en otro torneo en el que España ha demostrado un óptimo rendimiento, un rival inferior como Turquía a punto estuvo de dejarla sin título. La disciplina turca, y su durísimo juego, pesaron más que su inexistente imaginación. Durante muchos minutos, España volvió a enseñar su peor rostro, herida por un rival violento, que tardó pocos minutos en encontrar los tobillos de Soldado, Víctor y compañía.
No sufrió España en defensa porque Turquía ni quiso ni pudo atacar. Pero todos los intentos de los de Ufarte acababan en nada. Sólo por la banda de Juanfran encontraban el modo de hurgar en la defensa rival. Pero el extremo acabó aburrido y sustituido. Entró en liza Borja Valero y en su primera acción falló una ocasión cantada, solo como recibió aquel balón en el segundo palo que mandó fuera. Eran momentos en los que Ufarte se indignaba con el árbitro mientras Soldado se retorcía en el suelo. Eran momentos, en fin, de caos. En éstas que Valero vio la luz y ejecutó una acción de ensueño, que dio premio a una generación, otra más, que acumula títulos, promete grandes cosas y se maneja de miedo cuanto más aprieta la responsabilidad.
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