La subestación incendiada será reconstruida bajo la Cuesta de Moyano
El Ayuntamiento de Madrid y la compañía Unión Fenosa han alcanzado ya un acuerdo y trabajan sobre un proyecto para reconstruir la céntrica subestación eléctrica de Mediodía, que se incendió el pasado jueves. La nueva subestación, según este plan, será subterránea y estará en una zona situada bajo la confluencia de la calle conocida como Cuesta de Moyano y el paseo del Prado. Aprovechará las conducciones de alta tensión que se despliegan a lo largo del denominado túnel de la risa, que enlaza las estaciones ferroviarias de Atocha y Chamartín.
Pero esa instalación no estará lista hasta dentro un año, como pronto. Durante ese tiempo, la energía se distribuirá a través de tres subestaciones móviles que se han colocado sobre el andén del paseo del Prado, desde la Puerta Real del Jardín Botánico. Un gran fanal las aislará del exterior. Esas tres unidades encauzan ya la energía, debidamente transformada, hasta los 40.000 clientes de la subestación incendiada. Así lo explicó ayer David Vindel, portavoz de Gestión de Red de la compañía, quien aseguró que el recipiente "será técnica y estéticamente apropiado para satisfacer las necesidades del suministro y la idoneidad de su aspecto por el lugar que ocupa".
Las tres subestaciones, de unos 12 metros de longitud por 2,5 de altura cada una, permanecerán al menos un año ocupando esa acera del paseo, el carril-bus ascendente y un carril más de tráfico. Desde allí suministrarán energía al barrio de Las Letras, el Congreso, Correos o el Banco de España.Preguntado por los eventuales riesgos sobre el patrimonio, concretamente por la proximidad al museo del Prado, que puedan suponer las tres subestaciones móviles instaladas en el paseo del Prado, el portavoz de Unión Fenosa aseguró que su colocación bajo un gran fanal conjurará ese peligro.
Por otra parte, las 13 familias de la calle Alameda que perdieron electrodomésticos y otros aparatos la noche del martes -vitrocerámicas, neveras, pantallas de ordenador, equipos de música, reproductores de DVD, un decodificador y numerosas bombillas- por un error de Unión Fenosa al devolver el suministro a su edificio, pueden reclamar a la empresa que se los reponga y se haga cargo del coste, según reiteró ayer la compañía.
El error consistió en que al volver a conectar el inmueble a la red -desde el pasado jueves la energía se la suministraba un generador auxiliar- lo hicieron con un voltaje de 380 voltios en lugar de 220. Unión Fenosa asegura que ese fallo sólo quemó una nevera, un equipo de música y una pantalla de ordenador, pero los vecinos dicen que la lista es más larga.
El portavoz de la empresa desmintió ayer que durante el incendio del jueves saliera a la atmósfera dioxina alguna, "ya que en ninguno de los recipientes incendiados, ni en ninguna de las subestaciones madrileñas de nuestra compañía se halla un solo gramo de los denominados PCB, ni tampoco de PVC". Las dioxinas son componentes químicos altamente nocivos.
Los compuestos PCB, conocidos como policloruros bifeniles, fueron prohibidos por el Convenio de Estocolmo de 23 de mayo de 2001. "Una Directiva posterior prevé su completa erradicación para 2010, pero ya hace años que no empleamos aceites de ese tipo", agregó Vindel. Este aislante-refrigerante es "altamente dañino sobre los sistemas inmunológico, endocrino y reproductor", según Ecologistas en Acción, que en un comunicado emitido el martes había cuestionado el uso de este tipo de compuestos.
Unión Fenosa negó asimismo que se hubieran dado casos de temeridad de algunos operarios al no protegerse convenientemente contra las emanaciones de gases desprendidas por el incendio.
Siguen las investigaciones
En cuanto a lo que sucedió en el interior de la subestación incendiada, "la Policía Judicial prosigue sus investigaciones y aún no hemos podido examinar los restos", destacó el portavoz, que agregó: "Somos los primeros interesados en averiguarlo".
A propósito de la ubicación de las 39 subestaciones en zonas internas y pobladas de Madrid (62 en toda la Comunidad), el representante de Unión Fenosa explicó: "No existen aún alternativas tecnológicas a esta limitación, porque las conducciones, cuanto más alejadas de la ciudad se hallen, mayores diámetros exigen al cableado para el traslado de corriente eléctrica y, en algunos casos, por imperativos insuperables, serían hasta mil veces superiores a los ahora empleados".
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