Quim Roca, videosubmarinista
El tarraconense participa en competiciones en las que hay que editar en menos de tres horas las imágenes obtenidas bajo el mar con una cámara de vídeo
"Siempre hay algo que filmar, ya sea en el Mediterráneo, en los mares tropicales o en las sucias aguas de un pantano". Quim Roca empezó a sumergirse hace sólo cinco años. En 2003 fue campeón de Cataluña de vídeo submarino. Este tarraconense ha trabajado como cámara en varios programas de televisión.
Su relación con la tecnología empezó cuando era estudiante, pero entonces era diferente: "Recuerdo que en aquellas épocas no había programas ni equipos que permitieran editar, por lo que usábamos dos vídeos y montaba la película al corte". Hoy Roca, electrónico de profesión, tiene 45 años.
"Hace tres años empecé a participar en campeonatos de videosub, una alternativa ecológica a los campeonatos de pesca submarina. Estas competiciones combinan varias especialidades: el submarinismo, el vídeo con cámara, la redacción de un guión y su edición. Todo ello a contrareloj", explica.
Al principio usaban complejos programas de edición, pero la necesidad de editar una película en sólo tres horas, hizo que el submarinista catalán cambiara de equipo.
Ahora cuenta con un portátil de 2,8 GB con un sistema operativo Windows XP, y con el programa de Pinnacle Estudio DV8, además de una cámara de vídeo con formato MiniDV con una carcasa submarina que aisla de la humedad. La carcasa de protección permite maniobrar la cámara sin que se mojen sus componentes.
Roca recuerda que en el último Open Internacional de la Isla de la Palma en Canarias, donde se reúnen los mejores submarinistas europeos, alguien calificó de "doméstico" su programa Pinnacle de edición. Ganó el primer premio.
El deportista subraya que el campeonato requiere mucha concentración. Primero, es necesario un guión. Roca siempre trata de dar un mensaje, "casi siempre ecológico, para concienciar a la gente de que tenemos que ser más respetuosos con el mar".
Inspección en el ordenador
El siguiente paso son dos inmersiones controladas de una hora cada una: "Lo habitual es conseguir aproximadamente unos 20 minutos de rodaje para poder seleccionar las mejores imágenes".
Después, y previa inspección de los ordenadores para evitar triquiñuelas, se procede a la edición durante tres horas, con el resultado de un corto de una duración máxima de seis minutos.
Roca reivindica el papel de Cataluña como comunidad pionera en el videosub porque son muchos los aficionados catalanes.
Roca comparte afición con su amigo Toni Romero. Su último trabajo ha sido publicitario, y lo rodó en una copa gigante de cristal. Su objetivo era grabar imágenes de las burbujas de champán. Y, allí, encerrado, pasó horas.
Romero es un apasionado del vídeo y de la fotografía bajo el mar. Hace unos seis años montó su página web con la idea de divulgar, a partir de las imágenes subacuáticas, el conocimiento y el respeto por el medio acuático.
Romero y su equipo, además de tener una empresa de servicios integrales subacuáticos, organizan el Festival Internacional de Imagen Subacuática (FIDIS), que se celebra anualmente. Romero prefiere los festivales a los concursos, porque le estresa la obligación de entregar precipitadamente una cinta con imágenes editada en menos de tres horas.
"Existen alrededor de 50 videosubmarinistas en toda España. Es un oficio muy duro, pero con infinitas aplicaciones. El primer fotógrafo submarino construyó una caja estanca con una cámara de placas para poder sumergirse", explica Romero. La pasión por el fondo marino agudiza el ingenio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.