La censura le cayó también al cerdito

Después del programa Namedi, del periodista estrella Parfiónov, y de Libertad de palabra, de Sávik Shúster, ahora le ha llegado el turno de morir a Jrunia (Cerdito) y la liebre Stepán, dos muñecos de NTV que discutían críticamente sobre la política rusa, a veces con algunos de los presentadores de noticias del canal venido a menos desde que Gazprom, el monopolio del gas ruso, pasó a ser su dueño. Éste es ya el segundo programa de muñecos críticos que NTV cierra en su agitada historia como canal informativo, marcada por los escándalos políticos. Ahora, con los recientes cambios en la dirección del canal, parece que NTV definitivamente apostará por pasar a ser un canal de entretenimiento y no de noticias. El cierre del programa satírico Estrella Roja -el nombre del expreso que corre entre Moscú y San Petersburgo- fue sorpresivo: NTV rompió el contrato con los autores sin explicarles el porqué de la decisión. Los últimos tres programa de la serie para esta temporada fueron terminados por los autores, pero los espectadores no los verán. Uno de ellos estaba consagrado a las vacaciones de los diputados; anteriormente Jrunia y Stepán habían discutido sobre la desaparición de las ventajas sociales para los jubilados y otros agudos temas políticos. De ahí que muchos consideren que el cierre del programa -al igual que el de Libertad de palabra y Namedi- es otro vulgar acto de censura. La nueva vicedirectora de NTV, Tamara Gavrílova, era hasta ahora vicedirectora de Gazprom-media y es conocida ante todo por haber estudiado junto al presidente Vladímir Putin en la Universidad de Leningrado y haber trabajado bajo sus órdenes en la alcaldía de San Petersburgo. Las competencias de Gavrílova serán muy amplias: desde finanzas y presupuesto hasta la política jurídica y el personal de NTV.-