Todo latino

El "assssúcar" de Celia Cruz, en la cuarta edición del Festival de Música Latina de Benicàssim (Mulabe), marcó el despegue de una convocatoria que este año amenaza con desbordar todas las previsiones. La música latina y, también en puesto destacado, el baile, tienen este fin de semana en Benicàssim una de las más grandes convocatorias del Mediterráneo. Si el año pasado fueron, aproximadamente, 15.000 las personas que pasaron por el recinto, pese a que los organizadores no se atreven a lanzar una predicción, las reservas y previsiones para esta ocasión son mucho mayores.

Y esto así porque la salsa, el merengue, los boleros, el vallenato, la rumba, la bachata y la cumbia han dejado paso también a la música latina alternativa, el rock, el reggae, el ska y el hip hop, lo que convierte al Mulabe en centro de mestizaje con las voces latinas como nexo. Y con la oferta de un cartel que abarca a un mayor número de aficionados a estos ritmos.

Para el escenario principal del festival, que comenzó ayer y finalizará mañana en el mismo recinto que el FIB, están previstas durante el fin de semana hasta 13 actuaciones, entre grupos, bandas y solistas. Ayer fue el día del venezolano Carlos Baute y de la hispanocubana Lucrecia, que compartieron cartel con uno de los "fijos" en el Mulabe, los dominicanos Sandoval y la Muralla Latina, Pastor López y Nelson Henríquez. Para hoy la variedad está servida con las actuaciones de Bebe, que ocupa los primeros puestos de las listas de éxito con Malo, su canción contra los malos tratos a las mujeres. También subirán al escenario Anónimos, una banda de pop-rock compuesta por músicos de un gran bagaje y experiencia profesional en grupos que marcaron épocas: Germán Coppini de los míticos Golpes Bajos, al lado de Patacho, de Glutamato Ye-Ye y Dep con Dos, Carlos Rodríguez, de Colegio de Mamá y L.O.L.A, Ñete, de Nacha Pop y Derribos Arias, y Fernando Martín, de Desperados y Zapatos Blancos. Sargento García, Malabar, Rakel Winchester y Carlos Jean Dj completan el cartel. Mañana el colofón lo pondrán dos de los mayores símbolos de las listas de éxitos: Fran Perea y Chenoa.

Sin embargo, el Mulabe es mucho más que música, pese a que ésta acaparará hasta 36 horas. El recinto alberga 12 carpas dedicadas a la artesanía, la gastronomía y, este año también, la coctelería, de una forma más atractiva y cuidada que en ediciones anteriores. Otra de las novedades es la carpa del arte, espacio multicultural donde jóvenes artistas exponen obras en pintura, escultura y fotografía. Junto a estas carpas se alza la más grande, la del salsódromo, uno de los escenarios que más público atrae y en el que el ritmo de las notas de la salsa, el merengue, la timba, el songo y la cumbia llenan de fiesta todos los días con figuras internacionales y profesionales del baile que imparten clases magistrales.

La filosofía del festival se manifiesta en otro objetivo cumplido y es que el recinto pretende ser un espacio de accesibilidad óptima para las personas con discapacidades. Para lograrlo, sus trabajadores han realizado un curso de la ONCE para conocer las necesidades de los invidentes y ha iniciado la colaboración con la Confederación valenciana de asociaciones de discapacitados físicos. Todo, con el fin de que el todo latino que ofrece el Mulabe pueda llegar a todo el mundo.