Arranca la Mostra del calor

La 25 edición de la Mostra de Valencia, la primera que se celebra en pleno mes de julio, arrancó anoche en el Teatro Principal de Valencia con una gala, conducida por Paula Vázquez y Josep Ángel Ponsoda, en la que el festival rindió homenaje a los actores Tony Leblanc y Maribel Verdú y el decorador valenciano Francisco Canet. El delicado estado de salud de Leblanc impidió al actor madrileño asistir a la gala y fue su hijo, Antonio Fernández, el que recogió la Mostra de Honor que ha concedido el certamen al cómico español.

Como el festival se ha trasladado a la canícula, la organización tuvo a bien regalar abanicos a todas las personas que acudieron al coliseo valenciano y se arremolinaron en el vestíbulo para ver desfilar a las estrellas invitadas. Y es que este año, con el 25 aniversario del certamen como coartada, el festival ha recuperado su obsesión por el glamour con la presencia estelar de Faye Dunaway. Pero el glamour en la Mostra es algo muy sui generis, pues, además de la actriz norteamericana, por la habitual alfombra azul que recibe a las estrellas de la Mostra desfilaron los actores Enrique San Francisco, Luis Merlo, Amparo Larrañaga y Juanjo Artero, al lado de algunos rostros conocidos de la televisión como el periodista Pedro Piqueras o el futurólogo Rappel. En la gala, de una hora de duración, la organización combinó la música de cine, interpretada por una orquesta de cámara y la cantante Celia Mur, con el desfile de invitados que pisaron el escenario del teatro, acompañados en la mayoría de los casos por el omnipresente José Antonio Escrivá, director del certamen. La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ejerció como anfitriona acompañada por el consejero de Cultura, Esteban González Pons.