Jean Lefèbvre, un actor popular

Los grandes actores, las estrellas, pueden haber protagonizado sólo cinco o diez películas, algunos montajes teatrales célebres, pero su imagen y su nombre quedan para la historia. El actor popular, ese secundario que encadena rodajes, que trabaja por la noche en el escenario pero por la mañanas acude al estudio para colaborar en un filme o intervenir en un programa de televisión, sólo se incorpora a la memoria del público cuando ese lo reconoce físicamente, sin saber cómo se llama pero convencido de que es imprescindible para que la representación esté completa.

Jean Lefèbvre, fallecido en Marrakech el pasado día 9, era uno de esos actores populares, con una filmografía de 130 títulos, asociado en el inconsciente colectivo francés a Les tontons flingueurs (1963), un enorme éxito de público continuamente repescado por la TV, o uno de los gendarmes que secundaban a Louis de Funés cuando éste intentaba perseguir nudistas en Saint-Tropez, una obsesión que arrancó en 1964 y se declinó en varias películas.

Lefèbvre había nacido en Valenciennes, en 1919, quiso ser médico pero la guerra interrumpió sus estudios. El frente desvió su destino y en 1948 salió del Conservatorio convertido en especialista de ópera cómica. En 1952 debuta en el cine y lo hace en un filme sin importancia ni ambiciones, de mero entretenimiento, como todos en los que intervendrá, excepción hecha del ya citado y de Les diaboliques (1955), donde encarnaba a un soldado borrachín.

Su aspecto de infeliz, de hombre de pocas luces, de mirada triste y pupila caída, le convirtieron en eterno recluta del pelotón de los torpes en todo tipo de películas o en el marido engañado de todas las comedias. Por ejemplo, interpretó más de 900 veces el papel de Victor Tabouré en Pauvre France, una comedia de Jean Cau en la que la esposa se acostaba con su hermano. Otro gran éxito de Lefébvre -Les Jumeaux- le permitía aprovechar su talento para un doble papel, de hermano gemelo listo y hermano gemelo tonto, un clásico de la risa fácil que aún interpretó el año pasado en los bulevares de París.