Los guerristas están indecisos sobre si apoyarán a Simancas

El sector guerrista de la Federación Socialista Madrileña (FSM), encabezado por José Acosta, tiene aún sin decidir si apoyará a Rafael Simancas, actual secretario general, para que renueve en el cargo el próximo domingo. "No hay nada cerrado ni decidido. Esperaremos a que Simancas nos explique su proyecto para los próximos años y, sobre todo, quiénes formarán su equipo para desarrollarlo", declaró anoche uno de los miembros de la familia acostista.

Este sector se reunió ayer en un hotel, tras la celebración del Comité Ejecutivo Regional de la FSM, para analizar su posición ante el próximo congreso, el décimo en la historia de la FSM, que se celebrará los días 16, 17 y 18 de julio.

"Acosta ha dicho que va a seguir defendiendo la gestión realizada por Simancas estos últimos años, en la que ha habido más luces que sombras, pero considera que ahora son precisos cambios para lograr un partido fuerte y con un equipo capaz de ganar las elecciones en Madrid en 2007", explicó la misma fuente.

Pese a las reservas que tienen los acostistas hacia algunos de los colaboradores más directos de Simancas, aquéllos aseguran que esta familia no va a lanzar a ningún candidato alternativo al actual líder de la FSM.

"Esperamos y deseamos que Simancas no se enroque y que sea capaz de presentar al congreso un proyecto y un equipo sólido al que daríamos todo nuestro apoyo", añadió el miembro del sector acostista.

Los seguidores de Acosta critican, sobre todo, al actual secretario general de los socialistas madrileños, por mantener en su equipo a personas que, según ellos, no les convencen plenamente. "Es verdad que hay cierta desconfianza hacia algunos de los colaboradores de Simancas, pero hasta el momento mantenemos el respaldo al actual secretario general", según los seguidores de este sector.

El ex diputado de la Asamblea de Madrid y aspirante a candidato a la secretaría general de la Federación Socialista Madrileña (FSM) en el congreso regional de este próximo fin de semana, Antonio Carmona, exigió ayer al secretario general, Rafael Simancas, durante una reunión de la Comisión Ejecutiva de los socialistas madrileños, que aclare sus responsabilidades políticas por lo sucedido hace un año con ocasión de la crisis de la Cámara regional, tras la traición de los entonces parlamentarios del PSOE Eduardo Tamayo y Teresa Sáez.

Carmona está aún tratando de conseguir los avales de los delegados en número suficiente como para competir con Simancas por la secretaría general. Según explicó el propio aspirante, ayer tenía unas 70 firmas y requiere más de un centenar.

El informe de gestión de la Ejecutiva saliente, según el secretario de Organización, Antonio Romero, ha sido respaldado por el 97% de las agrupaciones que integran el partido en Madrid. En la Ejecutiva de ayer hubo 15 intervenciones. Uno de los que tomaron la palabra fue Carmona. Éste recordó que, cuando se produjo la espantada de Tamayo y Sáez, además de perder la presidencia del legislativo y el Gobierno de la Comunidad, Simancas dijo en otra reunión de la Ejecutiva regional, celebrada en aquellas fechas, cuando se le pidieron responsabilidades, que éstas se dirimen en los congresos. "Ahora tenemos uno que comienza el próximo viernes y queremos saber antes de que se inaugure la opinión de Simancas sobre sus propios compromisos", explicaron asistentes a la citada Ejecutiva.

Sin embargo, la intención de Simancas es defender que los socialistas gestionaron de forma positiva la crisis institucional más grave del Parlamento madrileño y que lograron un buen resultado electoral a pesar de las malas expectativas con las que comenzaron la campaña electoral del pasado mes de octubre. En esta línea, el secretario general de la FSM señaló a Carmona que serán los delegados al Congreso los que determinarán si es necesario adoptar algún tipo de responsabilidad.

Fuentes del sector de Carmona señalaron que éste quiere ser el "sucesor" de Simancas para, por un lado, "ampliar la democracia interna, limitar los mandatos, tanto orgánicos como públicos, de los afiliados y contemplar la dimisión cuando uno se equivoca políticamente". "Queremos que los militantes de cada agrupación del partido elijan directamente a su o sus representantes en la Asamblea y de esta forma impedir que salga otro Tamayo o otra Sáez", afirmaron. El proyecto de Carmona ofrece "una alternativa de amplio espectro social", con el objetivo de que "el mensaje de la izquierda llegue a más votantes que el PP".