Pérez promete un club "cristalino"

A la entrada del palco presidencial del Real Madrid, mucho protocolo y sonrisas eternas. Algunas caras guapas e infinitas enhorabuenas. Florentino Pérez revoloteaba ayer entre sus invitados. Pletórico por volver a ganar unas elecciones blancas como ya hiciera hace cuatro años. Arropado por los presidentes de las peñas, a los que saludó uno a uno, tomó posesión de su cargo de presidente a las ocho de la tarde en el Santiago Bernabéu.

Pérez centró su escueto discurso en la necesidad de una gestión transparente y de cumplir con el madridismo. "Tenemos que ser leales a ese gesto de los socios y acudir masivamente a las urnas. Otro ejemplo de nuestra grandeza", afirmaba enfrascado en la lectura de su arenga. "Construir un Real Madrid mejor y más fuerte" es la misión que desvelaban sus palabras. "Debemos empezar a trabajar desde ahora, avanzar en el proceso de modernización y apostar por la transparencia", explicó en el único párrafo exaltado de su intervención. Y añadió: "En el Real Madrid todo tiene que ser cristalino. Representamos la historia del mejor equipo de fútbol del mundo. Nuestro trabajo sin descanso y nuestra entrega será nuestra única respuesta", concluía.

Florentino Pérez lucía más relajado que en las jornadas anteriores. En un improvisado escenario le recibió al llegar Alfredo Di Stéfano, presidente de honor de la entidad. La lectura de los resultados electorales: "553 para Baldasano, 28.416 para Florentino y 1.222 para Lorenzo Sanz", ábrió un silencio que lo decía casi todo. El acto contó con la presencia de personalidades como el secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky, o el sindicalista Cándido Méndez, así como históricos del club: Gento o Amancio.

El presidente del Madrid no olvidó los agradecimientos. "Hace cuatro años esto parecía un sueño, pero hemos conseguido hacerlo realidad". Así, el presidente ensalzaba la gestión de los cuatro años anteriores y pedía a la junta directiva que "la realidad se siga alimentando de los sueños de los socios" para cumplir "esta nueva ilusión, este nuevo reto".

Al final, turno para las fotos. Una con la nueva directiva, en la que destacaba la presencia femenina de Marta Silva; otra con Lissavetzky y Méndez y, por último, un baño de aplausos.

"¿Y el himno, no lo ponen?", preguntaba un socio veterano desde la trastienda. Ni eso, ayer la tranquilidad contrastaba con los 25 días de tensión que ha vivido la entidad de Chamartín. Las palomas picoteaban la hierba del Bernabéu y su nueva junta, las mieles del éxito. Florentino, como si no quisiera dejar la campaña, despedía a sus invitados a pie de puerta.