A remontar de nuevo

Acababa de marcar un tiempo de 1 minuto 19,1 segundos, el mejor que había conseguido hasta entonces, pero paró su coche frente al box de Renault. El motor estaba sacando humo y los malos presagios se acumulaban en la cabeza del piloto español Fernando Alonso. Había concluido la cuarta y última sesión de entrenamientos libres, y faltaban sólo un par de horas para la primera cronometrada. A los pocos minutos saltó la noticia: el motor del asturiano se había roto. Los mecánicos realizaron un buen trabajo para cambiarlo rápidamente, pero las normas de la federación internacional son claras al respecto: un cambio de motor supone la pérdida de 10 puestos en la parrilla de salida.

Alonso realizó después una excelente segunda cronometrada en la que logró el sexto mejor tiempo. Habría podido salir en la tercera línea de parrilla. Sin embargo, hoy (14.00, Tele 5 y TV-3) partirá desde la decimosexta posición, o sea, desde la octava línea. "Lógicamente, no es una situación que deseáramos, pero mejor que haya ocurrido hoy y no en la carrera", indicó el asturiano, cuya aspiración está puesta en adelantar a un par de coches en la salida y seguir remontando hasta entrar al menos en los puntos. Sobre las causas de la rotura del motor, Alonso no aportó nada nuevo. "No lo sabemos aún", respondió. "Todavía no hemos abierto el motor, se hará la próxima semana en nuestros talleres". Lo más probable es que se trate de un problema de pistones.

El perjuicio que supone salir en mitad de la parrilla puede quedar compensado por la fiabilidad que le va a proporcionar a Alonso contar con un motor que sólo habrá realizado unos 20 kilómetros. "No vamos a cambiar la estrategia", aclaró Alonso. "En la última sesión de entrenamientos libres habíamos ajustado muy bien el coche. Y mi segunda cronometrada ha sido perfecta. Por tanto, confío en hacer una buena carrera, aunque para entrar en los puntos deberé meterme entre los Ferrari, los BAR, Jarno Trulli y los dos Williams".

Los problemas de Alonso fueron, sin embargo, sólo una de las increíbles circunstancias que se produjeron en la jornada de ayer. La más inverosímil fue ver a los bólidos de fórmula 1 haciendo malabarismos para concluir los últimos en la primera cronometrada, que marca el orden inverso de salida de la segunda, la decisiva. Las previsiones del tiempo indicaban que sólo los primeros pilotos en salir podrían realizar la segunda crono sin lluvia, y hubo una pelea para realizar los peores tiempos. Ferrari amagó con un trompo de Michael Schumacher y una salida de Rubens Barrichello, pero lo de Montoya, Sato, Marc Gené y Webber fue mucho más descarado: simplemente entraron casi al ralentí. "Es cierto que esto mata el espectáculo", aclaró Gené. "Pero lo que está mal es el sistema, correr una crono que no sirve para nada. Puede que esta situación se repita".

Al final no llovió y el chasco entre los pilotos fue mayúsculo.

Otras circunstancias imprevisibles fueron los excelentes resultados de McLaren Mercedes. El finlandés Kimi Raikkonen logró su primera pole-position de la temporada y a él y a su equipo la sonrisa no les cabía en la cara. "Tuvimos una pésima primera parte del Mundial, pero el equipo ha trabajado muy duro para resolver los problemas", indicó el finlandés, que realizó por tercera vez en su vida el mejor tiempo en la parrilla de salida. McLaren se vio obligado a cambiar la suspensión trasera y a levantar el motor, con las modificaciones que eso supuso en el chasis y en la aerodinámica.

Y también sorprendió que la pole-position no fuera para Ferrari, que situó a Barrichello segundo y a Schumacher cuarto. Pero el último petardo lo encendieron los comisarios cuando sancionaron al francés Olivier Panis (Toyota) por haber molestado a otro piloto en su vuelta de desaceleración. Eso fue lo que les permitió a Gené y a Alonso avanzar un puesto en la parrilla de salida: Marc saldrá 11º y Alonso 15º, justo dos filas por detrás.