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Reportaje:

Una vida en El Prado

María Ángeles Sobrino, vigilante de sala del museo, se doctora en Historia del Arte

Aurora Intxausti

Sus ojos miran a diario las pinturas de Velázquez, Tiziano, Rubens, y de tanto mirar ha aprendido muchos de los secretos de los grandes maestros de la pintura. Su vida está vinculada a las paredes, las telas y las esculturas del Museo del Prado. María Ángeles Sobrino (Madrid, 1967) es vigilante de sala de la pinacoteca nacional y desde esta semana doctora en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid. Presentó su tesis Vistas y ambientes de Madrid en la pintura de 1788 a 1868 y logró sobresaliente cum laude. "Han sido doce años de estudios compaginados con mi trabajo y mi vida familiar, pero la satisfacción que siento en estos momentos no tiene precio".

María Ángeles cuenta que su vida está totalmente ligada al Museo del Prado. "Creo que la primera vez que entré en una de las salas tenía ocho años y después han sido pocos los días de mi vida que he estado alejada de sus paredes. Mi padre fue conserje mayor durante 30 años y vivíamos en unos pabellones en la parte trasera del museo. Toda mi vida gira en torno a la pinacoteca".

La gran ilusión de esta doctora es poder alcanzar un trabajo acorde a su preparación, "pero la realidad es la que es y uno tiene que seguir viviendo. Mi suerte es que a diario comparto mi vida con las grandes obras que alberga este edificio y tal vez algún día pueda llegar a estar con investigadores y conservadores de este museo". Mientras espera, dice que no se siente frustrada porque su trabajo no sólo consiste en vigilar a las personas, sino en mirar las obras, observar y detectar qué le ocurre a cada una de ellas.

Sobrino eligió Madrid como tema de su tesis por "los escasos estudios que había" y porque cuando por primera vez entró a trabajar en el museo pasó muchas horas observando los cuadros de Carlos Haes y pensó: "A este artista tengo que estudiarlo. Y veinte años después lo sabe todo o casi todo sobre él". Sin embargo, Velázquez es una de sus grandes pasiones y su cuadro favorito es Las Meninas. "Puede parecer un tópico, pero para mí es la obra de las obras, en ella está concentrada toda la sabiduría del maestro".

María Ángeles Sobrino, ante el Museo del Prado.
María Ángeles Sobrino, ante el Museo del Prado.GORKA LEJARCEGI

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Sobre la firma

Aurora Intxausti
Coordina la sección de Cultura de Madrid y escribe en EL PAÍS desde 1985. Cree que es difícil encontrar una ciudad más bonita que San Sebastián.

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