El Gobierno presiona para que la estancia del 'Tireless' "sea lo más corta posible"
El submarino llega a Gibraltar, donde estará entre cuatro y seis días según la Royal Navy
El Gobierno trabajará ahora para acortar lo máximo posible la estancia del Tireless, una vez que los intensos contactos diplomáticos con el Reino Unido no han evitado que el submarino nuclear británico atracase, a primera hora de ayer, en el muelle sur de la base naval de Gibraltar. La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, indicó ayer tras el Consejo de Ministros que el Ejecutivo intentará que la escala del Tireless "sea lo más corta posible". En el ámbito diplomático, habrá una evaluación de las "incidencias" causadas por la llegada del submarino.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, presentó ante el Consejo de Ministros un informe sobre los contactos diplomáticos que ha mantenido para tratar de evitar la llegada del Tireless a Gibraltar, donde ya recaló durante casi un año entre 2000 y 2001 para reparar una avería del sistema de refrigeración de un reactor nuclear. La presencia del submarino averiado en el Peñón originó entonces numerosas protestas de colectivos ciudadanos e instituciones del Campo de Gibraltar, que desembocaron en enero de 2001 en una manifestación de 60.000 personas en Algeciras -con el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, a la cabeza-, en la que se reclamó una actitud más beligerante al Gobierno español, dirigido en esos momentos por el PP.
Durante esta última semana, el director general para Europa, José María Pons, ha expresado varias veces el disgusto del Gobierno al embajador británico en España, Stephen Wright, una protesta que también le transmitió Chaves por teléfono el jueves. Ayer, la vicepresidenta primera eludió especificar si estas protestas tendrán alguna repercusión concreta en las relaciones diplomáticas con Reino Unido.
"La llegada del Tireless es una provocación para la ciudadanía española, para la andaluza y para la del Campo de Gibraltar", afirmó ayer Chaves en Málaga. El presidente andaluz quiso así dejar claro que su posición es de "rechazo contundente, como entonces", en alusión a la primera escala del submarino. El presidente del PP andaluz, Javier Arenas, había acusado a Chaves de perder "autoridad moral" por permanecer "callado y mudo" cuando en 2001 "se fue a Gibraltar con la pancarta".
El presidente de la Junta replicó que en 2000 el submarino llegó "por una avería y con una previsión de atraque de mucho más tiempo" y se reafirmó en que, en aquella ocasión, "el Gobierno del PP mantuvo una posición débil, subordinada a la del Gobierno británico".
Las protestas de los alcaldes de la zona también fueron ayer contundentes. "Es un despropósito y un menosprecio más del Reino Unido, justo cuando estamos en temporada alta de turismo", lamentó Juan Carlos Juárez (PP), primer edil de La Línea. A pocos kilómetros de esta localidad gaditana permanecía atracado el Tireless, custodiado por varios agentes de policía civil y militar, mientras su tripulación empezaba a disfrutar de sus días de recreo. Según fuentes de la Royal Navy, la "visita rutinaria" se prolongará entre cuatro y seis días.
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