Los líderes del nuevo talante
En la ejecutiva socialista hay nuevas caras con un espíritu muy cercano al del secretario general
Felipe González, antiguo secretario general del PSOE, no asistió ayer a la elección de la nueva ejecutiva. Y por primera vez, aunque parezca mentira, no se hablaba de González en los pasillos de un congreso federal del PSOE. Tal vez el mayor logro de José Luis Rodríguez Zapatero en su partido sea que la palabra de moda ya no es carisma, sino talante.
El talante renovador es lo que explica las sorpresas de última hora, como la incorporación de Pedro González Zerolo al equipo de 31 ejecutivos que dirigirán el PSOE en los próximos cuatro años. Cuando sonó su nombre sobre las cabezas de los 972 delegados, Zerolo alzó los brazos como hacían los futbolistas hace veinte años cuando marcaban un gol. Y en la clausura del congreso fue uno de los siete miembros de la ejecutiva que levantaron el puño izquierdo para cantar La internacional.
Este abogado canario, concejal del grupo socialista en el Ayuntamiento de Madrid, de 43 años, miembro destacado de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales, ha vivido una semana inolvidable. El martes, el Parlamento aprobó una proposición de ley para instar al Gobierno a regular el matrimonio entre personas del mismo sexo, algo por lo que Zerolo había bregado casi toda su vida.
Trinidad Jiménez, líder del grupo municipal socialista de Madrid, cree que Zerolo será el mejor orador del futuro. Y un miembro de la Federación Socialista Madrileña advierte: "Si llega al Congreso, será uno de los parlamentarios más brillantes".
Entre los nuevos ejecutivos hay algunos nombres que se identifican plenamente con el proyecto de Zapatero. Gente como Leire Pajín, de 28 años, y el ministro de Justicia, Juan Fernando López Aguilar, de 43, llegan a la dirección con el marchamo del líder socialista, que les ofreció puestos de responsabilidad en los últimos años. Pero Zerolo ingresó en el partido hace sólo cuatro años. Su incorporación obedece al deseo expreso de Zapatero y de José Blanco, secretario de Organización.
También se batió Blanco por meter en la lista a su persona de confianza, Óscar López, licenciado en Ciencias Políticas, 31 años. Fue otra de las grandes sorpresas de la nueva ejecutiva.
Si la carrera de Zapatero hacia La Moncloa ha sido fulgurante, la de López dentro del PSOE no le va a la zaga. Hace apenas ocho años López era un estudiante de Ciencias Políticas que no militaba en ningún partido. "Yo fui uno de los muchos que decidió arrimar el hombro tras la derrota en las elecciones de 1996". Un año después de esa derrota, López ya trabajaba como asesor parlamentario del PSOE, primero en la Asamblea de Madrid, donde conoció a Blanco, y después de tres años en Bruselas.
Blanco lo llamó a su lado en Ferraz y López se convirtió en su sombra. Blanco valoró el rigor y la capacidad de trabajo de su ayudante. Y en sólo cuatro años, López ya es diputado nacional y miembro de la ejecutiva.
No se puede decir que Blanco haya luchado de la misma manera por la incorporación de José Andrés Torres Mora, doctor en sociología, de 42 años, antiguo jefe de gabinete de Zapatero, redactor de muchos de sus discursos.
Aunque Torres Mora no gozaba hasta ayer de mucho predicamento en la organización del partido y su relación con Blanco no es precisamente fluida, este antiguo director de colegio mayor es una de las personas a las que más ha consultado el secretario general.Gracias a Zapatero, Torres Mora ha pasado en cuatro años de ser un simple militante socialista a sentarse como diputado por Málaga en el Congreso y como miembro de pleno derecho en la ejecutiva del PSOE.
María del Mar Moreno, de 42 años, licenciada en Derecho por la universidad de Granada y presidenta del Parlamento andaluz, también ha sido una persona con la que Zapatero ha establecido un vínculo muy estrecho. Cuando charla con periodistas de Sevilla, Zapatero suele preguntar por "Marimar". En Andalucía ella posee cierto prestigio como persona de consenso y trato llano.
"Los discursos que suele dar Zapatero sobre laicidad, la cooperación, la oposición útil, las libertades no se habían escuchado nunca en el PSOE", asegura Moreno. "Por eso me identifico con él más que con nadie. Yo creo de verdad que la política tiene que ser limpia, porque tengo 42 años y me lo creo".
Ahora, además de creer en ello, tendrán que demostrarlo. Lo del talante.
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