Enciclopedia de la diversidad
Tomado en su conjunto, el Fórum 2004 viene a ser como una enciclopedia. Ofrece al visitante la oportunidad de aprender a discreción poco o mucho, casi todo o casi nada de lo que hoy conocemos sobre diversidad cultural, paz y sostenibilidad. En cierto modo, es un self-service cultural: según la cantidad de hambre y el nivel de exigencia de cada comensal las visitas resultarán más o menos provechosas. Así, podemos saber, por ejemplo, que las enseñanzas de Confucio (El naixement de l'humanisme a la Xina, en Caixafòrum) se basaban en las seis artes nobles que debía cultivar el "hombre de bien" y que le habilitaban para el ejercicio del gobierno.
En Occidente fue Marciano Capel.la quien, en el siglo V, reunió por primera vez en nueve libros las siete ciencias de que se componía entonces todo saber humano. Y en el XVI, Rabelais tomó prestado de Plutarco el concepto de "en kyklói paideia", aplicado a una educación capaz todavía de abarcar el círculo entero de los conocimientos humanos.
Los organizadores del Fórum no son los enciclopedistas de hoy, aunque también han sufrido, como aquellos burgueses franceses del XVIII, atrevidos y visionarios, la incomprensión y la animadversión de algunos sectores de la inteligencia patria. Por motivos muy distintos, ciertamente.
Pero deberíamos ser capaces al menos de emular a Diderot, para quien la enciclopedia fue mucho más que un método para formar e informar y se convirtió en la mejor excusa para la polémica ideológica y el activismo cultural. Hasta el punto de que su rechazo de la autoridad y de la tradición, en nombre del progreso, le valió dos prohibiciones a su obra. ¡Quién iba a decirme a mí que acabaría haciendo de madame de Pompadour!
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.