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Columna
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La cuestión

La directora del Instituto Andaluz de la Mujer, Soledad Ruiz, ha imputado a los jueces el ser un colectivo "conservador, machista e ideologizado". La razón de estas manifestaciones se encuentra en el CGPJ, en el anteproyecto de Ley Integral de Violencia de Género, aprobado el pasado viernes por el Consejo de Ministros. No es cuestión, en estos momentos, pese a la irritación que estas manifestaciones han provocado en este colectivo por su generalización, entrar en ellas. De entrada, podría suponer una cortina de humo. De esta forma, se podría burlar el problema de fondo, que no es otro, sino el hecho de que la criminalidad sobre la mujer sigue aumentando. Y sigue aumentando por el hecho de ser mujer.

Tal vez, por esta otra razón, hay que tomar el anteproyecto como una decisión seria y firme, dirigida a acabar con esta violencia. No es posible ni razonable que, en tiempos de muertes sin freno, empecemos a discurrir sobre la posible inconstitucionalidad en la regulación de esta ley. No ya, porque no se deba discutir, sino porque es en el Parlamento donde deben plantearse a fondo estas cuestiones, evitándose dilaciones y la puesta en marcha de soluciones legales que hagan disminuir este problema social. Un problema al que hay que enfrentarse y en el que hay que señalar del lado del que se está sin titubeos. Sin matices.

Posiblemente por ello, en todo lo que se está escribiendo sobre este anteproyecto me quedo, por su acierto, con una de las frases del artículo de Amparo Rubiales que, Sobre la Violencia de Género, publicó este diario el pasado jueves. Afirma, en relación con el debate que se ha planteado en el CGPJ, que "no se trata de un problema jurídico, sino ideológico". Más claro imposible, y se puede ver que no sólo en este debate, sino en otros. Como ejemplo, baste un botón: el posicionamiento del Ayuntamiento de El Ejido en los desgraciadamente famosos indultos. No se puede machacar a los más machacados, seguir amenazando si no se concede el indulto a estos delincuentes y que el alcalde de El Ejido ayude y apoye la libertad de quienes están condenados por delitos xenófobos. Todo, con el silencio y la ayuda del Partido Popular. Su partido. No, no se trata de un problema jurídico. Es ideológico.

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