Las fotos de la bisabuela

En estos tiempos de memoria digital y olvido instantáneo, la Obra Social de Caja de Madrid ha incitado a los españoles anónimos y sexagenarios a airear recuerdos fotográficos de hace más de un siglo: la bisabuela encaramada a una silla y con pose de muñeca; el marido eternamente joven acompañado de ferroviarios y una locomotora de primeros del siglo pasado; sagas familiares de boticarios y alfombreros luciendo el negocio de antaño, y estampas simbólicas de sueños y pesares inmortalizados desde 1839 a 1939.

Del medio millar de fotografías recibidas, los promotores de la idea han seleccionado 200 "buenísimas", al decir de la directora de Programación y Coordinación cultural de Obra Social de Caja de Madrid. Y de ésas, han colgado un centenar en La Casa Encendida, que se ha transformado en salón de los años treinta para albergar la muestra que se inaugura hoy.

La convocatoria ha provocado un torbellino de emociones durante la labor de rastreo de las mejores imágenes. Juan José López, uno de los participantes, de 64 años, desplegó sobre una mesa de su residencia sevillana todas las fotos que encontró en un cesto añoso. "A mí me gustaba una de mi abuelo en una excursión a la sierra de Guadarrama, pero mi mujer, a la que siempre hago caso, prefirió una foto de mi abuela que ha resultado seleccionada", cuenta este madrileño educado en el colegio de San Ildefonso y cantarín de la Lotería Nacional hace más de medio siglo. La imagen con la que compite López muestra a una niña de unos tres años que se ha subido a una silla y sostiene una muñeca. "Es mi abuela Purificación, y el retrato fue tomado en un estudio decimonónico de la Puerta del Sol en 1885", diceJuan José. "Me emocioné cuando supe que fue seleccionada, porque yo no conocí a mi abuela, ya que murió a los 26 días de mi nacimiento, y el hecho de haber podido resucitar su memoria al cabo de los decenios me ha dado mucha alegría", apunta.

Con una mezcla de emoción y nostalgia, Concepción López, de 83 años, se desprendió de la fotografía de su marido para enviarla al concurso Álbum Familiar. En la imagen aparece un grupo de veinte hombres de varias edades alineados a tres alturas y delante de una locomotora. "Hicieron la foto en la estación del Norte, que ahora se llama de Príncipe Pío, y los que aparecen son maquinistas, fogoneros y empleados de los talleres", explica el hermano de Concepción, Daniel López, de 77 años, que se ha erigido en portavoz de la anciana. Agachado, tímido, luciendo una boina en la cabeza y con un periódico y unas uvas en las manos, aparece un jovencísimo José Ema, el marido de Concepción. "Este hombre murió muy pronto y no hay muchas fotos de él, por eso ésta significa mucho para mi hermana", aclara.

La imagen no sólo no correrá peligro en manos de los organizadores de la exposición Álbum Familiar, sino que sus propietarios la recibirán enmarcada e impresa en un hermoso catálogo, a modo de obsequio por su participación.

"Hemos recibido aproximadamente 500 fotos, frente a las más de 700 de la convocatoria de 2002, pero entendemos que esta vez el periodo que hemos reclamado supone una dificultad añadida, pues nos remontamos a fechas bastantes lejanas en el tiempo", aclara Estrada. Hay que tener en cuenta que en sus primeros cien años, la fotografía "era un invento al que sólo unos pocos tenían acceso", añade. "Partiendo de esa dificultad, y conscientes de ella, queremos rescatar esas imágenes generadas con la ilusión de quien se sabe pionero en el uso de un nuevo medio y exponerlas para que nos permitan remirar un trozo de nuestra historia", comenta la directora de Programación y Coordinación Educativa y Cultural de Obra Social Caja Madrid.

El director de cine José Luis Borau, la comisaria independiente Oliva María Rubio y la comisaria de la exposición, Myriam de Liniers, dudaron una y mil veces en la selección de las cien fotos de la muestra y las otras tantas que también aparecerán en el catálogo. La calidad del documento fotográfico, el momento histórico que enseña la imagen, la anécdota, el detalle gracioso o emotivo y la importancia del taller en que se tomó la foto han sido los criterios que condicionaron la elección final.

"Hemos recibido imágenes tan diversas como la de una señora que con su fotografía Quiero ser artista nos cuenta a sus 88 años que, tras renunciar a su sueño de ser actriz cuando era joven, finalmente lo ha conseguido porque ahora hace anuncios para la televisión", citan los programadores de la exposición. El capítulo de anécdotas está repleto, agregan, como "el señor que con su foto El Gary Cooper español nos contó que durante la guerra estuvo prisionero y amenazado de muerte y terminó trabajando de mecanógrafo para el ejército".

Álbum Familiar. Desde hoy y hasta septiembre en La Casa Encendida (Ronda de Valencia, 2; teléfono 91 5063875). www.lacasaencendida.com.