Los Arana
La biblioteca vasca puesta en Internet por la Fundación Sancho el Sabio de Vitoria y el Gobierno vasco, ofrece temas de enorme interés y no pocas curiosidades. Entre ellas se encuentra una álbum fotográfico perteneciente a la familia del fundador del Partido Nacionalista Vasco, y dentro del mismo, aunque solo sea una pequeña muestra, una foto realizada por Sabino Arana Goiri (1865-1903) en 1890. Es una imagen de su hermano Luis sentado en el pretil de un puente, con un caserío de fondo. El modelo posa de perfil mientras sostiene su mentón con un brazo apoyado en su rodilla y observa pacientemente el horizonte. Se trata de una composición inocente, la del aficionado que busca guardar recuerdo de un instante vivido. Gracias al texto caligrafiado sobre la copia, sabemos que se realizó en Albia, cerca de Iturrizar, el nombre del autor y a quién representa. Un pie de foto (en este caso podríamos decir cabeza por estar en la parte superior de la foto) complementario, especialmente útil para identificar y aclarar aspectos poco definidos por la imagen.
No obstante, quizás lo más importante de esta colección de imágenes sea la claridad con que se descubren retazos de comportamiento y forma de vida de una familia de apellido tan relevante. Por las referencias que nos ofrecen, sus miembros se interesaron por el retrato fotográfico desde 1840, una fecha relativamente temprana si consideramos que el invento se presentó en París en 1839. Por supuesto, mucho antes de que en Bilbao comenzasen a establecerse los primeros establecimientos del ramo.
Quien se encarga de ordenar el material grafico es Luis Arana, que con su puño y letra nos aclara quiénes son los personajes que vemos. Así, esa primera foto a la que nos hemos referido está tomada en la galería de un fotógrafo de Burdeos y corresponde a sus padres recién casados. En otros casos nos topamos con sus abuelos maternos y grupos familiares donde están sus hermanos siendo chicos. Asimismo encontramos a Sabino con su mujer, Nicolasa Atxikallende.
En otro orden de cosas están los amigos, los criados de la familia, una vista del astillero de su propiedad en Uribitarte o la iglesia de San Vicente, su parroquia. De principio de siglo XX nos llega la foto de Sabino en la cárcel y la de Luis en el exilio, ya en 1938, con 76 años, saliendo del aeródromo parisino de Le Bourget, junto a su fiel amigo Lezo de Urreiztieta, destino a Londres. Son este tipo de documentos los que nos ayudan a descubrir con precisión y detalle el pasado de la fotografía, sus funciones y por supuesto nuestra historia. Buena oferta la de la biblioteca en la Red, que nos ofrece magnífico legado que deseamos se amplíe con nuevos archivos gráficos.
