Roger Bernat reflexiona sobre los motivos que impulsan al viaje en 'Amnèsia de fuga'
La obra, con actores indios y paquistaníes, se estrena en el Mercat
El director y autor teatral Roger Bernat realizó hace algún tiempo un viaje de un mes por India y Pakistán. Quería hacer el recorrido, en sentido inverso, que cada año trae a cientos de inmigrantes de esos países a Cataluña. El viaje formaba parte del proceso de preparación de su nuevo espectáculo, Amnèsia de fuga, que el próximo jueves se estrena en la Sala Ovidi Montllor del Mercat de les Flors, dentro del Fórum Grec. En él intervienen actores catalanes y, principalmente, indios y paquistaníes radicados en Barcelona.
Pero Amnèsia de fuga no es un espectáculo sobre la inmigración, sino una reflexión en torno a las motivaciones que impulsan a emprender un viaje. "Amnesia de fuga es lo que lo que le ocurre a toda persona que siente la necesidad de huir, sin saber ni de qué ni hacia dónde", aclara el director para explicar el título. "El montaje habla de la necesidad de moverse que todos tenemos", añade. "Los inmigrantes no siempre vienen por razones económicas y no todos los viajes turísticos se hacen por placer cultural. En los desplazamientos hay otras necesidades y el espectáculo intenta desgranarlas".
En un principio, la pieza debía titularse Fora de lloc. De hecho, inicialmente el proyecto consistía en cinco montajes con otros tantos colectivos de inmigrantes de Barcelona, que debían representarse en salas alternativas. Finalmente la idea no cuajó y ha acabado en esta obra única. Bernat realizó una selección para reunir a los intérpretes, 10 indios y paquistaníes de entre 12 y 57 años más el director y dramaturgo Ignasi Duarte. No todos tenían experiencia como actores y además resultó difícil encontrar a dos mujeres que quisieran trabajar en un espectáculo mixto.
El director establece un paralelismo entre el desarrollo del proceso de ensayos y la realidad con que se encuentra cualquier persona que se instala en un país extraño. Al principio, surgieron los conflictos. Pero con el tiempo han ido desapareciendo. "Hemos ido reproduciendo los mismos gestos que suceden en Barcelona, en una sociedad que de repente se encuentra con gentes de culturas distintas en un mismo espacio", explica. Su conclusión es que "es muy difícil hablar de grupos sin caer en los estereotipos. Sólo se puede hablar de individuos", afirma.
En el proceso de trabajo surgieron las historias que han dotado de contenido el espectáculo. Se pidió a cada intérprete que hablara de un viaje personal y las experiencias reales se han combinado con otras surgidas de la imaginación del dramaturgo. En Amnèsia de fuga, que se representará hasta el 10 de julio, los actores cuentan esas mismas experiencias al público, cada uno en su lengua. Castellano, catalán, inglés, hindi, punjabi y urdu se entremezclan en las narraciones. Como escenario, un locutorio videoclub. Es una reproducción fiel, firmada por los dramaturgos Mònica Glaenzel y Estel Cristià, de un establecimiento real, situado en la calle de Sant Pau de Barcelona.
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