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Crónica:Eurocopa 2004 | PORTUGAL
Crónica
Texto informativo con interpretación

Holanda escapa a su maldición

El conjunto de Advocaat gana a Suecia en los penaltis, su tumba en los tres últimos Europeos y el Mundial de Francia

Ramon Besa

Negada históricamente desde el punto de penalti, escenario en el que había perecido en los tres últimos Europeos y el Mundial de Francia, Holanda se afirmó ayer en el Algarve desde la rueda de los 11 metros con un disparo de Robben, símbolo de la nueva generación. A la quinta, cambió su suerte, para desdicha de Suecia, que mató un partido que pintaba muy fecundo y acabó estéril. No hubo un solo gol y ni tres palos en la prórroga evitaron el mal trago de tener que afrontar la tanda de los penaltis.

Del resultado se desprende que cuando dos equipos con muy buenos delanteros se enfrentan, como ayer, no necesariamente los goles están garantizados, y menos cuando el torneo entra en la fase final y los errores se penalizan con la eliminación. Suecia es una experta en descarnar los encuentros y someter al contrario. Intenta gobernar la contienda a partir de la intimidación y la resuelve por la pegada de sus delanteros. Holanda no escapó al yugo sueco. Le gusta seducir y vencer por convicción o, si no, es capaz de renunciar al marcador. Anoche, sin embargo, no se dio el caso. El equipo de Advocaat aguantó el pulso físico del contrario y se dio una panzada de correr.

A Holanda se la veía incómoda. Le costaba airear el partido, encontrar la línea de pase, imponer el ritmo que demanda su línea de ataque. Pese a que el equipo de Advocaat se ha afinado con el transcurrir del torneo, le faltaba un punto de velocidad, más dinámica en el juego, para desbordar a Suecia, muy blindada en su cancha y dura en la ajena. Ibrahimovic es un roble cuando se trata de descargar la pelota en pugna con los centrales y Larsson se mueve con especial buen gusto por el área porque es tan capaz de tocar de primera como de rematar con saña.

Suecia se apoyó en sus dos delanteros para sacarse de encima a Holanda, y sobre la contundencia de ambos puede dar fe De Boer, que a la media hora ya estaba en la caseta lesionado. El partido se disputaba en las condiciones que querían los suecos y a los holandeses no les quedaba otro remedio que rematar más que llegar a la portería. Holanda no encontraba un metro para combinar mientras Suecia respondía a la carrera: paraba en su campo y, a la que tenía la pelota, salía rápida en busca de la portería si el terreno estaba despejado o, en caso contrario, cargaban el juego largo para Ibrahimovic o Larsson.

A falta de fútbol, se imponía la paciencia en Holanda y la perseverancia en Suecia. Presa de la monotonía, el partido quedaba a expensas de los detalles y, en especial, de la capacidad de los delanteros para resolver en las condiciones más extremas. Van Nistelrooy tomó entonces ventaja respecto a Ibrahimovic y Larsson. El ariete del Manchester United se personó con un par de escorzos preciosos ante el portero sueco que animaron a la hinchada holandesa, atrapada por la somnolencia del encuentro. A Holanda le interesaba mover el partido, vitalista como es en su fútbol, mientras que a Suecia le convenía lo contrario.

En respuesta seguramente a Van Nistelrooy, Ibrahimovic insistía en poner nervioso a Stam para garantizar la presencia sueca en cancha contraria. Tuvo suerte el central de que Cocu le corrigiera constantemente porque el delantero del Ajax pareció dispuesto a decidir a su favor el duelo de goleadores. Los dos arietes, uno en cada área, agitaron el partido después de que se aflojaran las líneas de contención de uno y otro equipo. Pesan los partidos y no hay futbolista que aguante el desgaste que generan encuentros tensos como el de anoche en el Algarve.

Ocurrió, sin embargo, que las defensas espabilaron y el partido volvió a quedar anudado hasta la prórroga. Ninguno de los remates encontró portería y no hubo futbolista capaz de meter un pase interior en el área. Para nada cambió el signo del encuentro en el tiempo añadido, pese a tres remates al palo, uno de Robben, otro de Larsson y un tercero de Ljunberg. Aguardaba la irremediable tanda de penaltis, un escenario que ni pintado para la frialdad sueca. Anoche, sin embargo, cambiaron las tornas: a Suecia se le escapó la clasificación en la prórroga y Holanda salio por fin vencedora del punto de penalti.

Reiziger, Van Bronckhorst, Seedorf, Cocu, Bouma, Stam y Makaay (de izquierda a derecha) corren, alborozados, a abrazar a Robben tras su acierto final.
Reiziger, Van Bronckhorst, Seedorf, Cocu, Bouma, Stam y Makaay (de izquierda a derecha) corren, alborozados, a abrazar a Robben tras su acierto final.ASSOCIATED PRESS
Van der Sar, el portero holandés, evita en el último momento el remate de un delantero sueco.
Van der Sar, el portero holandés, evita en el último momento el remate de un delantero sueco.REUTERS

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Sobre la firma

Ramon Besa
Redactor jefe de deportes en Barcelona. Licenciado en periodismo, doctor honoris causa por la Universitat de Vic y profesor de Blanquerna. Colaborador de la Cadena Ser y de Catalunya Ràdio. Anteriormente trabajó en El 9 Nou y el diari Avui. Medalla de bronce al mérito deportivo junto con José Sámano en 2013. Premio Vázquez Montalbán.

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