Fomento planea desistir de convertir en autovía un tramo de la N-230 hasta la Val d'Aran

El Ministerio de Fomento sopesa la posibilidad de no convertir en autovía 55 kilómetros de la carretera N-230, de Lleida a la Val d'Aran, por motivos ecológicos. El tramo, que no se desdoblaría precisamente por el fuerte impacto ambiental que ocasionarían las obras, es el comprendido entre las poblaciones de Sopeira y Vielha. Esta zona está marcada por la existencia de varios pantanos, desfiladeros de gran valor natural y una orografía muy abrupta.

Fomento tiene previsto construir una autovía de 134,8 kilómetros entre Lleida y la boca sur del túnel de Vielha, con un coste estimado de las obras de 1.021 millones de euros, que discurriría casi en su totalidad por el corredor de la N-230, una vía muy peligrosa que en los últimos años ha visto aumentar el volumen de tráfico, sobre todo de vehículos pesados que transportan cereales y piensos.

Esta infraestructura, concebida para mejorar las comunicaciones entre la plana y el sur de Francia, acortará en más de una hora el tiempo del trayecto entre Lleida y la Val d'Aran, punto de destino de miles de turistas y, especialmente, de esquiadores. La construcción de esta autovía de cuatro carriles tiene muchos defensores, pero también algunos detractores, aparte de los ecologistas.

Peticiones de los alcaldes

Los alcaldes de varios ayuntamientos de Lleida y Huesca afectados por el trazado de la futura autovía A-14, actualmente en fase de estudio, solicitaron hace un mes y medio a Fomento la paralización del proyecto para poder presentar alegaciones contra el trazado previsto para la nueva carretera. El plazo finalizó el pasado 9 de mayo. Los representantes municipales consideran que el actual proyecto de autovía provocará un fuerte impacto sobre el territorio, especialmente en el valle del río Noguera Ribagorzana.

El secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, ha admitido que Fomento también ve con buenos ojos la idea de no transformar en autovía el tramo de la N-230 entre Sopeira y Vielha, ya que una vía rápida desdoblada en esa zona provocaría un impacto ambiental de considerables dimensiones. "Es una autovía que va a tener muchos inconvenientes ambientales sobre todo a partir de Sopeira, donde la orografía es muy difícil", dijo Morlán.

Fomento, que no ve ninguna complicación para el resto del trazado, mejorará los últimos 55 kilómetros que no se desdoblen y los accesos a las poblaciones. Los técnicos del ministerio han dividido el trazado de la futura autovía en siete subtramos y en cada uno de ellos han planteado entre dos y cuatro alternativas en función de los condicionantes de tipo orográfico, ambiental, geológico y económico. Excepto en el primer tramo, la alternativa más favorable discurre en su totalidad por el corredor de la actual carretera N-230 y muy próximo a ella.