_
_
_
_
Reportaje:

Ironía sin ira

Las Fogueres de Alicante evitan la crítica mordaz y recogen suaves mofas sobre los políticos locales

Poca crítica feroz, mucha complacencia y algunas ausencias destacadas resumen, a grandes rasgos, la temática general de los monumentos de Les Fogueres de Sant Joan, plantados en las calles de Alicante durante estos días hasta que el jueves sean pasto de las llamas.

Miles de alicantinos y turistas aprovechan estos días para contemplar los monumentos y comentar su contenido. En esta edición, las referencias a la actualidad local destacan por encima de otros acontecimientos, pero lo hacen con una crítica amable, suave y plagados de comentarios superfluos. Con la intención de no herir ninguna susceptibilidad ni levantar ampollas.

Uno de los monumentos con mayor crítica social es la foguera de Diputación-Renfe, que, bajo el lema La fantàstica parella, com és questió de manar, volem el rabo i la orella, ofrece escenas de la política local y a sus protagonistas. Presenta a una serie de parejas populares de la actualidad alicantina: Julio de España cantando rancheras al lado de José Joaquín Ripoll, el alcalde Luis Diaz Alperi vestido de torero junto al ex concejal José Luis Pamblanco, que domina el cartel por haber sido concejal de Fiestas, Urbanismo y ahora gerente de la plaza de toros, y no se olvidan de los socialistas, con Leire Pajín junto a Ángel Franco, cogiendo la sartén por el mango, intentando darle la vuelta a la tortilla, para ver si el efecto Zapatero llega a Alicante en las próximas elecciones municipales. Aunque la receta del angelito, en referencia al dirigente socialista, lo pone difícil, ya que los ingredientes de esta pócima son: un candidato joven, un programa viejo, un par de huevos y coger la sartén por el mango.

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, en una hoguera del barrio de Carolinas, aparece vestido de egipcio en Terra Mítica junto a Ripoll y De España, que viste bañador de leopardo. Alperi con una maleta llena de proyectos junto a un arquitecto, es el protagonista de la Foguera de Carolinas Altas; y en Ruperto Chapí se puede ver al ex presidente del Gobierno José María Aznar y a su delfín, Mariano Rajoy ahogados por la guerra de Irak.

El monumento de Plaza de Orán critica a la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), por cobrar por casi todas las gestiones que realiza a sus clientes. De puntillas, los artistas fogueriles abordan otros temas como la violencia contra las mujeres, el Plan Hidrológico Nacional, las obras eternas de la Rambla, la Ciudad de la Luz, la victoria socialista o los atentados del 11-M. Una crítica alejada de la estridencia y marcada por una cierta autocomplaciencia con un trasfondo que revela que Alicante sigue siendo, para algunos, la millor terra del món, ya que, en general, los monumentos ofrecen una vista amable de la ciudad y de sus escenas cotidianas. El ex presidente de la Generalitat Eduardo Zaplana sólo aparece representado en el monumento de la Explanada de España.

Mientras los alicantinos visitan los monumentos y disfrutan de la fiesta en la calle, los actos oficiales continúan. Ayer els foguerers y las belleas protagonizaron una nueva ofrenda de flores a la Virgen del Remedio, en la concatedral de San Nicolás, cuya fachada quedó anoche adornada con 6.000 ramos y canastillas que conforman en escudo de la ciudad.

Los alicantinos vivieron la segunda jornada fiesta soportando largas esperas en las paradas y viajando en autobuses abarrotados, debido a la huelga de los trabajadores del autobús urbano. El Ayuntamiento cifró el descenso de viajeros en un 13%. El comité de empresa y la dirección retomaron ayer las negociaciones, sin alcanzar ningún acuerdo en la negociación. Así que el paro que ha colapsado la ciudad continúa.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_