Dirigentes de CDC piden a Mas que "escuche" a las organizaciones territoriales del partido

Convergència Democràtica (CDC), el partido de Jordi Pujol, continúa la digestión de sus retrocesos electorales. Una parte de sus dirigentes incluyen entre las causas del retroceso de 12 puntos porcentuales en las elecciones europeas sufrido por CiU la pérdida de sintonía de la cúpula con sus propias organizaciones territoriales. Varios miembros del comité ejecutivo de CDC, que ayer dedicó su reunión a analizar los resultados de las últimas elecciones, pidieron al secretario general, Artur Mas, que "escuche más" a las organizaciones territoriales si quiere lograr que se movilicen.

El diágnóstico común entre los dirigentes de Convergència es que su organización llegó a las elecciones europeas muy desmovilizado, agotado por el largo ciclo de cuatro elecciones consecutivas en el plazo de un año. Pero una parte de los dirigentes recriminan a Mas y a su inmediato núcleo de colaboradores un excesivo distanciamiento, cuando no ignorancia. Ejemplo de ello sería la situación existente en la organización de Girona, a la que Mas pretende imponer a Eudald Casadesús como presidente, frente a la mayoría que propone a Lluís Guinó.

En la conferencia de prensa celebrada tras la reunión de la ejecutiva, Mas salió al paso de las críticas que le han lanzado por un excesivo decantamiento del partido hacia posiciones soberanistas. Estas críticas han surgido desde un sector moderado de CDC, pero también las ha formulado el líder de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida. Mas afirmó que "en determinados momentos es Esquerra la que intenta hacer de Convergència y no al revés".

En contra de lo que el sábado sostuvo públicamente el portavoz de CiU en el Parlament, Felip Puig, Mas rechazó también que la adaptación de Convergència a su actual condición de partido opositor requiera una "refundación". La opción de Mas es que el congreso de Convergència que se celebrará en julio marque el regreso al "espacio natural" ocupado durante muchos años sin demasiados problemas. Mas admitió ayer que los pactos con el PP "condicionaron" su "etiqueta". El esfuerzo debe dirigirse ahora, dijo, a "no caer en el debate banal entre derechas e izquierdas" y lograr, por el contrario, "mantener vivo el debate nacional".

Artur Mas pidió a los militantes de su propio partido que no adopten posiciones "maximalistas" en el empeño de lograr la fusión de CDC con Unió Democràtica. La fusión de los dos partidos integrantes de la federación CiU es uno de los objetivos históricos de CDC, que ahora se plantea de nuevo en forma de enmiendas al congreso del partido, en la perspectiva de la posterior conferencia nacional de CiU. Pero Mas advirtió que "dos no pueden entenderse si uno no quiere". Y , por tanto, pidió a los militantes que comprendan que no deben "sobrepasar" los límites que Unió pueda poner a la colaboración con CDC.

Mas señaló que Convergència no ha decidido aún cuál sería su posición en un hipotético referéndum sobre la Constitución europea. "Desde un punto de vista puramente europeísta deberíamos decir sí", afirmó, "pero, en cambio, desde una óptica catalanista hay serios interrogantes".