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Crónica:
Crónica
Texto informativo con interpretación

¡Cómo quiere América a El Niño!

Sergio García, a 6 golpes de Goosen, uno de los favoritos de los internautas americanos

Carlos Arribas

"¿Entre estos jugadores que nunca han ganado un grande, quién querría usted que se estrenara en el Open de EE UU?", preguntaba el viernes la USGA (el senado del golf en Estados Unidos y organizador del campeonato estadounidense) en su página web. Ofrecía algunas alternativas, algunos europeos que rondan desde hace años el gran premio - Darren Clarke, Thomas Bjorn, Paddy Harrington-, algún americano caliente -Chris DiMarco- y, finalmente, el nombre de algunos jovencitos: Adam Scott, Justin Rose, Sergio García. En las respuestas no había dudas: la mayoría quería que fuera Sergio García, el castellonense de 23 años, el jugador que entrara en el patio particular de los más grandes, opinión con la que, evidentemente, el golfista antes conocido como El Niño, cuya foto ilustra la crónica del New York Times sobre los mejores golfistas que nunca han ganado un grande, estaba de acuerdo.

Opinión, por lo demás, totalmente contraria a lo que una visita hace dos a la misma Long Island en la que está ubicado el club de Shinnecock Hills que alberga estos días el 104º Open podría hacer suponer. Entonces, en 2002, en el campo de Bethpage Black, Sergio García experimentó algunas de las más peliagudas situaciones de su vida deportiva. Terminó cuarto, pero lo hizo aguantando escarnio y risotadas de algunos vocingleros aficionados neoyorquinos que se divertían contando el número de veces que García soltaba y volvía a agarrar el mango del palo antes de cada golpe y a quienes García envió directamente a freír espárragos, lo que le costó más burla aún.

Aquello, dice García, es pasado. "Y tampoco fue para tanto", explica, más maduro, más hombre. Y se lo cree. Preguntado en rueda de prensa sobre cómo quería el campo en el fin de semana, sí difícil, asolado por terribles vientos y huracanes, o fácil, apenas acariciado por una brisa, García no dudó. "Con viento, con viento", dijo, "así se verá quién es quién". El castellonense pareció al comienzo de la tercera ronda ahogarse en sus propias palabras. Hubo viento y en los 10 primeros hoyos, cinco bogeys y un birdie. Después, sin embargo, se recuperó. Terminó el día en +1, a 6 golpes del líder, Goosen.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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