Estupendos números de circo clásico

El recinto del Fórum cuenta, desde el pasado día 15 y hasta el 18 de julio, con un nuevo montaje: Grottesco, de los catalanes Monti & Cia, que ofrece dos funciones diarias, a las cinco y a las ocho de la tarde. Una carpa roja y clásica ocupa el espacio que Les Arts Sauts dejaron vacío tras su desgraciado accidente.

El pasado viernes por la tarde, la carpa de Monty & Cia registró el lleno total. Las gradas de su interior y el calor que apretaba a esa hora propiciaron que los espectadores se pegaran literalmente unos a otros para dar cabida a los que seguían entrando. Pasados los primeros 15 minutos, varios jóvenes abandonaron el entoldado a pesar de los comentarios irónicos de Monti, uno de los payasos responsables de la compañía. Puede que consideraran el espectáculo demasiado infantil, puede que no aguantaran tanto bochorno. El caso es que se perdieron unos estupendos números de circo tradicional.

Grottesco es el nombre de un supuesto empresario de circo, el payaso blanco, al que le llega una carta por correo certificado de la mano de Oriolo, otro payaso, que conduce un divertido cachivache sobre ruedas propulsado con una manivela. La carta le anuncia que está arruinado y mientras él desespera, Monty y su compañero Oriolo deciden ir a pasar el fin de semana a Benidorm, lo que da pie a un divertido y clásico número de fantasmas en la habitación del hotel. Esta pequeña historia entre los tres payasos se va colando entre los números de equilibrios, trapecio, malabares y acrobacias, los platos fuertes del montaje.

El ruso Maksim Ivanov fue el primero en dejarnos boquiabiertos con sus precisos equilibrios y contorsiones sobre una sola mano. Impresionante. Le siguió Natalia Kurtzenova, medalla de oro en el Campeonato Mundial de Circo, una trapecista que va girando sobre sí misma a modo de croqueta mientras se columpia. El más simpático de todos fue el mexicano Martínez, que nos ofreció unos velocísimos malabares con mazas, aros y sombreros de paja: las mazas parecían quemarle las manos y en el aire semejaban ruedas; los aros se le resistieron al principio, pero consiguió que acabaran todos alrededor de su cuello; los sombreros de paja eran auténticos bumeranes. El trío rumano Ganea puso el broche final con sus arriesgados saltos sobre palanca.

Si el montaje anterior de Monti & Cia, Pallassos Fòrum 2 mil & pico, estaba concebido como una caricatura del evento del que ahora forman parte, en Grottesco no hay nada que nos recuerde que estamos en él. Con este espectáculo Joan Montanyès (Monti) y los suyos no pretenden cambiar el mundo, pero nos aseguran un buen rato con todos los ingredientes del circo tradicional.