Matemáticas

A estas alturas de la semana se conocen con mayor precisión los resultados de las elecciones al Parlamento Europeo. Se sabe que, en Andalucía, el PSOE ha ganado en 706 de los 770 municipios de la comunidad. También en siete de las 12 ciudades más importantes por número de habitantes. ¡Vamos que no han dejado títere con cabeza! Bueno, la verdad es que alguno sí que han dejado porque no se entiende que, con estos resultados, el presidente del PP en Andalucía y su secretario general digan que "acortan distancias". Se puede entender -si se quiere- que matemáticamente se vea así. Y ello porque si en las últimas elecciones, la diferencia entre un partido y otro fue del 18,48% y, en éstas, de 17,95%, quiere decir que antes perdieron por 18 a cero, y ahora por 17,5. Si a esta realidad se une que desde que Arenas se hizo cargo de Andalucía, personalmente unas veces y otras a través de la señora Martínez y de su secretario general, y al tiempo, miramos que de las 28 elecciones que se han celebrado han perdido 27, no se comprende de donde han sacado el optimismo más allá de las puras matemáticas.

Desde luego no será con estos resultados. Menos si se comparan con el resto del Estado, en el que su partido solo ha perdido por 2 a cero. No por 17,5. Será por otras razones o por los decimales y que, en lugar de mirar al 17,5, se han quedado en el 0,5. Cosas de las matemáticas. Claro que, como sigan así, en las próximas elecciones lo del tal Rojas Marcos va a parecer una anécdota, aunque ninguno está para contarla. El PP porque pierde por intemerata; el PA porque ha pasado de ser un partido con representación en el Gobierno y en los Parlamentos español y europeo a un partido dividido y localista, e IU, por no olvidarla, porque ha bajado más que decimales.

En fin que, con estos datos, ni se entienden las bromas del PP-A a través de sus mentores, ni se entiende que todos se pasen una campaña exigiendo el "Vállase señor Chaves", porque los ciudadanos dicen que se quede, y no se vayan los que los electores les han dicho que están convirtiendo a sus partidos en unos zorros, y no del desierto. Deben ser cosas de su política. A lo mejor algún día se enteran que la alineación a veces hay que cambiarla, sobre todo si el equipo no se clasifica, no da buen juego y sus espectadores empiezan abandonar el campo.