_
_
_
_
_

Llamazares dice que la crisis es anterior a su llegada a IU

Rechaza dejar el cargo antes de la asamblea extraordinaria

Carlos E. Cué

Gaspar Llamazares cree que dimitir ahora no arreglaría los problemas de IU. "Si pensase que soy el único responsable de este fracaso, sería sencillo: bastaría con cambiar el coordinador general. Pero este proceso viene desde hace años, trasciende a mi mandato", desde noviembre de 2000. Con esta frase rechazó la posibilidad de dejar su cargo, al menos hasta que se celebre la asamblea en diciembre o enero.

Hasta entonces, la dirección pretende escuchar a todo el que tenga una opinión sobre la manera de salir de la crisis. Llamazares dijo que se hará un "proceso constituyente de renovación profunda del proyecto".

Más información
La dirección de IU ratifica a Llamazares como coordinador hasta la Asamblea de diciembre

El secretario general del PCE, Francisco Frutos, no está ni mucho menos de acuerdo con este análisis de su coordinador general. La Comisión Permanente del partido que lidera aprobó un durísimo informe en el que se señala que el "retroceso sistemático" de IU era previsible por la política "errática, confusa" y a veces, incluso, "triunfalista".

Desde el primer momento del mayor batacazo en la historia de una formación acostumbrada a la derrota se está vislumbrando que la solución de la crisis más grave pasa necesariamente por una de las más arraigadas tradiciones de la izquierda alternativa: la encarnecida lucha interna, que en ocasiones acaba en escisión, otras en expulsión, y las menos en acuerdo final.

Frutos y Llamazares, que no se hablan desde hace casi tres meses, están dejando claras sus posiciones. El coordinador general pretende seguir, y cuenta para ello con el apoyo de la mayoría que le ha permitido gobernar. Ni siquiera tiene claros cuáles han sido sus errores. "Me pregunto si había otra forma de dirigir este momento en IU. Tal vez he pecado de exceso de personalismo, pero sin esta estrategia la gente no me hubiera conocido ni en 10 años".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

La idea de Llamazares ahora pasa por abrir la federación al máximo a los nuevos movimientos sociales, a los ecologistas, a las nuevas formas de militancia. "No puede ser que los jóvenes estén sólo en las ONG y no en los partidos". Por eso, su opción es calificada por algunos críticos como "sostenella y no enmendalla". Porque lo que quiere hacer el coordinador general para salir de la crisis, y no lo oculta, es profundizar los cambios que el sector más tradicional del PCE le impidió llevar adelante. Y si eso cuesta una bronca interna constante hasta la asamblea, se asume ese coste.

El PCE tiene otra idea. "El retroceso de IU es sistemático y ni tan siquiera las favorables circunstancias sociales que se han producido en los dos últimos años [en referencia a las movilizaciones sindicales, estudiantiles y pacifistas] han servido para levantar cabeza; el problema es, pues, de fondo", asegura el texto de la permanente. "En política no hay voto prestado ni transfusiones, en política se acierta o se yerra". "El cambio de imagen o de nombre, la búsqueda de figuras rutilantes, pretendiendo con ello exorcizar el síndrome de fracaso, no sirve de nada; sólo el rigor en lo que propones y el cómo lo propones te dan autoridad política, imagen, ante la sociedad", destaca.

De momento no hay grandes novedades sobre la relación con el PSOE, eje de la polémica en IU. Llamazares dijo que no habrá cambios, que serán autónomos: a veces apoyarán y otras se opondrán.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_