Los resultados dificultan la elección del sucesor de Prodi

Los resultados de las elecciones europeas han aumentado las dificultades para nombrar al sucesor de Romano Prodi en la presidencia de la Comisión Europea. A ello se añade la autoexclusión de algunos candidatos y las exigencias del gran vencedor de los comicios, el Partido Popular Europeo (PPE), de que el nuevo presidente salga de sus filas y de que los líderes europeos consulten previamente a la Eurocámara. La decisión está prevista para este jueves, pero diversas fuentes creen que habrá un aplazamiento para ganar tiempo porque, además, es prioritario el acuerdo sobre la Constitución.

El candidato al que las urnas han situado en peor lugar es el primer ministro belga, Guy Verhofstadt, al que apoyaban París y Berlín. Las elecciones regionales del domingo han situado a los liberales flamencos que él dirige en la tercera posición en Flandes, tras los democristianos y los ultraderechistas del Vlaams Blok. Para las europeas, también Verhofstadt ha salido muy mal parado, pues ha obtenido sólo 364.528 votos frente a los 630.681 del democristiano Jean-Luc Dehaene, que vuelve a sonar como posible sustituto de Prodi.

Varapalo de Ahern

El varapalo electoral que ha sufrido Bertie Ahern en Irlanda es menor. Ha perdido un 7% de votos respecto a 1999 y en su contra juegan dos factores. El primero es que él mismo parece dispuesto a descartarse asegurando que quiere llevar a su partido, el Fianna Fail, hasta las próximas legislativas de 2007, y el segundo, que su partido se encuadra en la Eurocámara dentro del grupo Unión por la Europa de las Naciones, minoritario en la Eurocámara (con sólo 27 de los 732 escaños). Fuentes diplomáticas consideran que Ahern sigue siendo un firme candidato y que el aplazamiento de la decisión para mediados de julio sería una forma de ganar tiempo que facilitaría su elección. Entonces Ahern ya no será el presidente de turno de la UE.

Los dos candidatos que más fortalecidos salen de los comicios son los primeros ministros conservadores Jean-Claude Juncker (Luxemburgo) y Wolfgang Schüssel (Austria). El primero contaría, incluso, con el apoyo de los Verdes, pero el problema es que Juncker ya ha manifestado en varias ocasiones que no quiere el puesto y ayer el ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, lo daba por retirado de la competición. Juncker lograría el más amplio consenso. No así Schüssel, cuya alianza con el ultraderechista Jörg Haider le ha marcado demasiado. Los Verdes propugnaron la candidatura del comisario de Justicia e Interior, el socialista portugués António Vitorino, cuyo partido ha salido victorioso en los comicios.