Ortega aprovecha el descalabro de Rojas-Marcos para plantear un cambio del modelo de partido
Los críticos preparan una lista alternativa en el congreso del PA, previsto para octubre
El descalabro de los andalucistas en las elecciones europeas, bajo el cartel de Alejandro Rojas-Marcos, ha inaugurado un nuevo capítulo de la crisis nunca resuelta del PA. Antonio Ortega, secretario general, anunció ayer mismo que se presentará a la reelección en el congreso previsto para octubre con la idea de cambiar en profundidad el modelo de partido, "los cargos y las propuestas". "Es el fin de una etapa, ni veleidades con la derecha ni con el regionalismo, somos nacionalistas de izquierdas". Los críticos -que ya no se apoyarán en Rojas-Marcos, aunque pertenecen a su círculo- preparan una alternativa.
En su conferencia de prensa de ayer, previa a la reunión de la ejecutiva del PA, Ortega apenas dedicó unas palabras a certificar que los resultados de los comicios han sido malos, y ni siquiera fueron las primeras. El secretario general anunció como preámbulo que el debate de lo sucedido -han perdido 4 puntos respecto a 1999, al pasar del 6,64% (246.847 votos) al 2,57% (63.073 votos)- se llevará al próximo congreso del partido, previsto para octubre, donde planteará un cambio de modelo, la renovación de los cargos y las propuestas.
De esta forma, Antonio Ortega declaraba abierto el proceso congresual en el que espera reforzar su liderazgo, después de los sonados encontronazos con los críticos aglutinados en torno a Alejandro Rojas-Marcos que jalonaron la anterior legislatura del Parlamento andaluz, encontronazos que se produjeron incluso en plena precampaña de las autonómicas y generales del 14 de marzo.
Ahora ya sin Rojas-Marcos, que dimitió de la presidencia del partido poco antes de los comicios europeos, los críticos preparan una alternativa a Ortega, que tuvo como preludio un manifiesto titulado La urgente regeneración del andalucismo, firmado por dos dirigentes destacados, uno de la época de la fundación del PA, el cirujano Diego de los Santos, adjunto al Defensor del Pueblo; y otro de la nueva generación, José Núñez, ex consejero de Turismo y candidato a la alcaldía de Sevilla en las municipales de 2003.
Ambos sostenían en el polémico documento que en los ocho años que el PA ha compartido gobierno con el PSOE en la Junta, se ha "colaborado, consciente o inconscientemente a la desactivación del andalucismo (...) Además, con una tibieza ideológica interesada que nos hace aparecer ante los andaluces de una manera mucho más descarnada y escandalosa".
La ejecutiva andalucista, que controla Ortega, tenía previsto pedir ayer mismo al consejo andalucista de gobierno (máximo órgano entre congresos) -donde son mayoría los críticos a la dirección- la convocatoria del congreso para que se celebre el mes de octubre. Sin duda, la fecha del cónclave será una de las primeras batallas de ambos sectores, ya que los críticos argumentan que el plazo expira en diciembre, en la búsqueda de un margen más amplio para que su alternativa cuaje. Precisamente el secretario general insistió mucho ayer en que el congreso debe celebrarse en octubre "pues no hay razones para la urgencia, pero tampoco para el retraso", dijo.
En cualquier caso, el mensaje de que el 13-J marca el final de una etapa en el PA fue el que Ortega repitió más. A su juicio, es necesario fijar otra línea política y un nuevo modelo de partido.
"Ni veleidades con la derecha, ni con el regionalismo, somos nacionalistas de izquierdas", recalcó.
Discurso unívoco
No en vano, según su análisis, una de las causas de la derrota en las europeas -amén de la bipolarización del electorado y el retroceso generalizado de los nacionalismos- es la falta de un "discurso unívoco; no puede ser que en las municipales tengamos resultados razonables, y se vayan perdiendo votos conforme se amplía el espectro electoral". Para evitarlo, una de las propuestas de Ortega es reducir la ejecutiva de 42 miembros a 10 o 15, de forma que sea más "operativa y eficaz".
Sobre Alejandro Rojas-Marcos dijo que no tiene sentido "analizar a toro pasado si su candidatura ha sido un error", que ha tenido el apoyo del partido y que la desmovilización del aparato ha sido la misma que en otras formaciones, percepción que no tienen los críticos, quienes reprochan a la dirección su "nula" implicación en la campaña.
El ex eurodiputado Carlos Bautista, candidato del PA en 1999, fue menos prudente y dijo que la designación de Rojas-Marcos ha sido equivocada y que si no surgen caras nuevas, "nos veremos abocados a la desaparición", informa Europa Press.
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