Gallardón cumple un año en la alcaldía con la mira puesta en Madrid 2012
El tráfico, la lucha contra la prostitución y el reto de los Juegos copan los primeros meses del alcalde
Alberto Ruiz-Gallardón cumple mañana su primer año al frente del Ayuntamiento de Madrid. En este tiempo ha tratado de desembarazarse de la melancolía que muchos le atribuían por tener que hacerse cargo de una institución a la que nunca aspiró y ha pretendido abanderar un cambio radical en la política municipal. El cambio ha pasado por programar grandes inversiones (previa subida de impuestos), preparar colosales obras públicas y reforzar el poder del gobierno frente al pleno. PSOE e IU aseguran que la gestión ha sido mínima y máxima la propaganda, que el regidor ha endeudado al Ayuntamiento para las próximas décadas y que su afán de "modernización" esconde un intento de "amordazar" a la oposición. Lo que sigue es un resumen de las principales medidas adoptadas en estos 12 meses.
POLÍTICA FISCAL Más dinero, más impuestos
Ruiz-Gallardón y su concejal de Hacienda, Juan Bravo, heredaron de José María Álvarez del Manzano unas cuentas saneadas, con poca deuda y algunos de los impuestos más bajos de España, pero también una política de inversiones estancada. No había agujeros que tapar, pero tampoco recursos para acometer las obras faraónicas que el alcalde había prometido. Así que mientras la dirección del PP pregonaba a los cuatro vientos su discurso económico de déficit cero y rebaja de impuestos, Ruiz-Gallardón decidió tomar el camino contrario: subió varios impuestos, triplicó el recurso a la deuda y elevó un 26% el presupuesto del Ayuntamiento."A veces hay que subir impuestos para prestar mejores servicios", dijo entonces el concejal de Hacienda, Juan Bravo. Algunos acusaron al nuevo alcalde de traicionar el discurso popular, y otros se sorprendieron ante la adopción de una política antes atribuida a los partidos de izquierda. Ruiz-Gallardón tuvo que renunciar, sin embargo, a la subida de un 50% en el impuesto del IBI para los dueños de casas vacías: el secretario general del PP, Mariano Rajoy, le obligó a rectificar.
MOVILIDAD Cortes de tráfico, parquímetros y un bordillo
La Concejalía de Seguridad y Servicios al ciudadano, que dirige Pedro Calvo e incluye el área de Movilidad, es una de las pocas que no ha parado de tomar decisiones, algunas aplaudidas por los ecologistas y los defensores del transporte público, otras criticadas por la oposición por insuficientes y demagógicas. En agosto anunció el cierre parcial al tráfico privado de la Casa de Campo, y tres meses después hizo lo mismo con el paseo de Camoens, en el parque del Oeste. Durante las navidades cerró a la circulación privada la Gran Vía, y después extendió la medida a los 21 domingos comerciales del año. Además, amplió las restricciones de tráfico en Sol.
Ante la incapacidad de proteger el carril-bus con pivotes, ojos de gato y señalizaciones de todo tipo ideadas en el anterior mandato, Calvo optó en enero por recuperar una vieja idea socialista duramente criticada por los populares en los años ochenta: levantar un bordillo de hormigón que impida la invasión de ese carril reservado al transporte público. Tenía que haber estado listo el mes pasado, pero se ha retrasado hasta el verano. El objetivo es cubrir 98 kilómetros de calzada, empezando por el paseo de las Delicias.
En febrero, la concejalía anunció la colocación de dos radares fijos y dos móviles en la M-30 para cazar a los conductores que circularan a velocidad excesiva. En cuatro meses casi 100.000 han sido sancionados. Paralelamente, se ha extendido a 13 nuevos barrios el sistema de aparcamiento por parquímetros que impulsó el gobierno anterior: de 37.259 plazas se ha pasado a 87.809. A día de hoy, el aparcamiento está regulado por este sistema en 32 barrios de ocho distritos (sobre un total de 128 barrios y 21 distritos).
SEGURIDAD CIUDADANA Operación policial en Montera
Ruiz-Gallardón prometió en campaña que reestructuraría la Policía Municipal para luchar más eficazmente contra la delincuencia. En este primer año la promesa del alcalde se ha limitado a descentralizar el turno de noche a los distritos, desplegar los 1.064 policías de barrio y crear el puesto de los "agentes de movilidad": 700 funcionarios no armados que sustituirán a fin de año a 1.200 policías en las labores de regulación del tráfico. Los primeros 150 (aún interinos) empezarán a trabajar este verano.
Pero la operación más sonada del año ha sido el desembarco de medio centenar de policías que, desde el 29 de marzo, patrullan mañana, tarde y noche la calle de Montera y aledañas, y que este mes han ampliado su radio de acción a la calle del Desengaño, detrás de Gran Vía. La consigna es intimidar a los clientes y acorralar a los proxenetas: en dos meses los agentes han parado a 8.000 personas "sospechosas" para pedirles sus datos, y han detenido a 90. Más de 300 meretrices han sido informadas de las posibilidades de dejar la calle, aunque sólo las que tengan papeles (una minoría) pueden acceder a cursos de formación laboral.
INFRAESTRUCTURAS Pasión por los túneles
El proyecto estrella era la reforma de la M-30, pero ése, por el momento, sigue sólo sobre el papel: la Concejalía de Urbanismo encargó hace meses y aprobó el pasado mayo 12 de los 15 proyectos de obra, todos menos los del río. Hacienda creó además la empresa semipública Madrid Calle 30, que pagará los 4.000 millones de euros que cuesta el proyecto, endeudando al Ayuntamiento durante 35 años. Los grupos de oposición exigieron, en vano, que el PP cumpliera la Ley de Evaluación Ambiental de la Comunidad y sometiera las obras a una declaración de impacto.
La reforma de la M-30 creará 15 kilómetros de túneles, y a ésos hay que añadir los que el gobierno ha ido aprobando en estas últimas semanas: bajo la calle de Bravo Murillo, en Pío XII y en O'Donnell. El alcalde compite así con la obsesión de su antecesor por horadar el suelo y alimenta su propia pasión por los pasos subterráneos: en la Comunidad lo hizo con el transporte público -el metro-; ahora la ha trasladado al transporte privado.
Sendos túneles de medio kilómetro sustituirán también al paso elevado de Cuatro Caminos, que Urbanismo comenzó a desmontar en enero. Tres meses más tarde la glorieta recuperaba la imagen que tenía en 1969.
SERVICIOS SOCIALES Teleasistencia para mayores
Ruiz-Gallardón colocó al frente de la Concejalía de Empleo y Servicios al Ciudadano a Ana Botella, esposa de ex presidente José María Aznar. En este año la edil se ha concentrado en la atención a los mayores, triplicando la teleasistencia y aumentando las plazas en centros de día; ha anunciado la puesta en marcha, este mes, del Samur social y ha construido dos escuelas infantiles con 100 plazas cada una -a partir de ahora se limitará a dar subvenciones a escuelas privadas a cambio de gestionar un porcentaje de las plazas-. No ha habido grandes iniciativas en la atención a toxicómanos, menores o personas sin hogar. La oposición critica que Botella ha dejado la gestión de los servicios municipales en manos privadas.
SANIDAD La píldora del día siguiente, gratis
El alcalde anunció el pasado mayo que el Ayuntamiento abrirá en septiembre un centro donde se repartirá gratis la píldora del día siguiente (que cuesta 19 euros) para evitar embarazos no deseados entre adolescentes. Antes, en enero, la Concejalía de Seguridad, de la que dependen los asuntos de sanidad, creó un archivo centralizado con los datos de las chicas que pedían esa píldora en los diferentes centros de salud. La concejalía aseguró que sólo pretendía evitar un uso abusivo de este método; el PSOE lo criticó por atentar contra el derecho a la "confidencialidad".
MEDIO AMBIENTE Sanciones millonarias contra el ruido
El pleno municipal aprobó en mayo, por unanimidad, la nueva ordenanza contra el ruido, que dispara las sanciones y prevé medidas cautelares como el cierre de bares y locales especialmente ruidosos mientras se tramitan las multas. Además, han comenzado a funcionar las "brigadas contra el ruido": 250 policías que recorren las calles con aparatos medidores de ruido y trasladan después los datos obtenidos para imponer las correspondientes sanciones a los infractores.
La Concejalía de Medio Ambiente ha extendido también en este año el sistema de riego con agua reciclada de depuradora a 17 parques que antes se regaban con agua del Canal, y asegura que de esa forma ha ahorrado 800.000 metros cúbicos del líquido elemento.
CULTURA Relevo en el teatro Español
Si ha habido una concejal aparentemente ausente en estos primeros 12 meses de gobierno, ésa ha sido Alicia Moreno, responsable de Las Artes. Los grupos de oposición afirman que su gestión ha sido nula, y ella replica que sus proyectos estrella, como la conversión del viejo matadero de Legazpi y del cuartel del Conde Duque en grandes centros de creación cultural, "llevan su tiempo". Hasta la fecha, su única decisión conocida ha sido la sustitución de Gustavo Pérez Puig, director del teatro Español con Álvarez del Manzano, por el dramaturgo Mario Gas.
ECONOMÍA Plan de reforma del Rastro
La Concejalía de Economía y Participación Ciudadana, de nueva creación, comenzó al timón de Pilar Martínez y pasó después a manos del consejero delegado Miguel Ángel Villanueva. Éste retomó y negocia ahora con los comerciantes el plan de reforma del Rastro, que provocó la ira de los vendedores antes incluso de plasmarse en un borrador. La idea original de crear un segundo mercadillo junto a Mercamadrid (Villa de Vallecas) ha quedado aparcada. La concejalía ha elaborado también el reglamento de Participación Ciudadana, que permite a los madrileños proponer debates en los plenos.
MADRID 2012 El nuevo reto
La carrera olímpica -Madrid fue elegida candidata por el COI en mayo- ha dado a Ruiz-Gallardón la oportunidad de presentarse como portaestandarte de un proyecto que "convoque a la ciudadanía" y, de paso, corone su popularidad. El alcalde ha declarado que, de aquí a julio de 2005, cuando se haga pública la elección de la sede, no se dedicará a otra cosa. Pero la inversión en instalaciones deportivas de base ha brillado por su ausencia.
Ni rastro de Manzano
Alberto Ruiz-Gallardón tomó posesión el 14 de junio de 2003, y ese mismo día firmó varios decretos que otorgaban a su Gobierno competencias de gestión del gasto que hasta entonces estaban en manos del pleno (el órgano en el que están presentes todos los grupos). Después expulsó a los grupos de oposición (PSOE e IU) de las empresas semipúblicas -con el argumento de que podrían aliarse con la parte privada- y aparcó la prometida "descentralización", que debía dar más poder a las juntas de distrito y que a día de hoy es inexistente.
Ésa ha sido la tónica del primer año de gobierno, que Ruiz-Gallardón inició por su cuenta y que, desde enero de 2004, es refrendada por la Ley de Grandes Ciudades: el pleno pierde su condición de seudogobierno -en él se debatían absolutamente todas las decisiones municipales- y queda como órgano de aprobación de ordenanzas y de control al Ejecutivo. La "parlamentarización" del Ayuntamiento en la que lleva a gala ser pionero es uno de los aspectos en los que Ruiz-Gallardón se ha distanciado de la sombra de su antecesor, José María Álvarez del Manzano.
El cambio empezó por la parte del protocolo: Ruiz-Gallardón se negó a colgarse del cuello el collar de oro que portaba el anterior regidor en los plenos y ordenó eliminar todo el atrezzo de corte medieval. Un gran crucifijo, eso sí, sigue presidiendo las sesiones plenarias. Después llegaron las medidas de gobierno: el alcalde recuperó un invento socialista, el bordillo del carril-bus, que Álvarez del Manzano había eliminado cuando llegó a la alcaldía en 1991; impuso el cierre al tráfico de la Gran Vía en domingo y aumentó las restricciones en Sol (que el ex regidor evitó durante 12 años), relevó al símbolo cultural de la era Manzano, Gustavo Pérez Puig, en la dirección del Teatro Español; y, por último, entregó al Ministerio de Hacienda varios inmuebles de la capital a cambio de poder trasladar la alcaldía al Palacio de Correos, en Cibeles, a finales de este año, porque la Casa de la Villa le parece "poco moderna".
Antes de todo eso, Ruiz-Gallardón dio la vuelta a las cuentas municipales: si Álvarez del Manzano congeló impuestos e inversiones durante 12 años para no endeudarse, su sucesor subió los impuestos nada más llegar, disparó el presupuesto y está dispuesto a endeudarse hasta las cejas.
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