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El PRI hipotecará su sede en México para pagar las deudas

El viejo partido gubernamental reduce gastos y personal para afrontar las elecciones de 2006

Juan Jesús Aznárez

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), régimen durante 70 años, ha establecido cuotas, despedido empleados, organizado rifas y ahora hipotecará el complejo de edificios de su sede en Ciudad de México para recibir préstamos por cerca de 12 millones de dólares y pagar deudas. Una de ellas es la multa de casi 100 millones de dólares impuesta en 2003 por el Instituto Federal Electoral (IFE) como castigo a la tramposa financiación del derrotado candidato presidencial priísta, Francisco Labastida, en las generales de 2000.

El ex gobernador de Guanajuato, Vicente Fox, ganó la presidencia en aquellas elecciones, pero su partido, el conservador Partido Acción Nacional (PAN), también fue sancionado con 32 millones de dólares por irregularidades en la captación de fondos de campaña.

Apremiado por las 14 elecciones de este año en Estados y municipios, el PRI pedirá la ampliación de una línea de crédito de seis millones de dólares hasta 14 millones con Banorte, el último banco de propiedad exclusivamente mexicana, y con el Banco Interacciones, propiedad del turbio Carlos Hank Rhon, militante del PRI y candidato a la alcaldía de la fronteriza ciudad de Tijuana. El dueño de Banorte es suegro de Carlos Hank, según las fuentes consultadas. El objetivo de los empréstitos en marcha es soltar lastre antes del año 2006, en que se celebrarán las nuevas generales. El presidente del partido, Roberto Madrazo, que ambiciona la nominación como candidato del PRI en esa consulta, instó a la militancia a la generosidad.

El pase de la charola (bandeja) comenzó hace meses. Hasta ahora se han pagado cerca de 50 millones de dólares del total de la deuda, según fuentes del partido. Los diputados federales aportarán de sus nóminas 450 dólares mensuales a fin de sanear las cuentas de un movimiento que, pese a ser primero en escaños, gobernaciones y alcaldías, perdió el acceso directo a las arcas públicas derivada de la presidencial imperial. Genio y figura hasta la sepultura, el PRI fue agencia de colocaciones, fábrica de ricos cada seis años y quiso retener la presidencia de México en las generales del 2 de julio de 2000 echando mano de los fondos de la estatal Petróleos Mexicanos (PEMEX). La Fiscalía General surgida de las elecciones investigó las finanzas electorales y, el IFE aprobó un multazo sin precedentes.

"Hay que activar la cultura de las aportaciones y que el partido tenga lo elemental para ser competitivo", subrayó Georgina Trujillo, senadora por el Estado de Tabasco. Para ello deberá erradicarse la cultura de la rapiña y del parasitismo todavía vigente en amplios sectores sociales y políticos. Ése es el reto, subraya la dirección del PRI. Los gastos del enorme aparato burocrático del partido fueron reducidos en un 80%, con el despido de cerca del 70% del personal administrativo, según uno de sus contables. La estructura del partido fundado en el año 1928 por caudillos de la revolución mexicana incluye, entre otros apartados, 64.000 secciones de distrito, con cuatro o cinco empleados cada una, 32 comités directivos en los 31 Estados de la República, y los 1.500 empleados del Comité Ejecutivo Nacional (CEN). El gasto corriente mensual de la sede de Ciudad de México llegó a alcanzar los 1,3 millones de dólares, cantidad que ha sido reducida a la mitad.

No obstante, la crisis del PRI y del resto de los partidos mexicanos es relativa. Once formaciones recibieron 500 millones de dólares del Estado, en las últimas elecciones, para sufragar sus gastos, en cumplimiento de una reforma electoral que perseguía impedir el blanqueo de dinero y la intromisión de capital extranjero en las campañas. "Quinientos millones de dólares. Es inconcebible. Cuando en el país más grande cuesta 50 millones de dólares", dice Carlos Gallegos, profesor de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Las disputas y la corrupción por esos recursos dentro de los partidos son enormes "porque, además, te los tienes que gastar. Casi todos se dedican a la mercadotecnia".

Roberto Madrazo
El presidente del PRI, Roberto Madrazo, en un acto electoral en febrero de 2002. / REUTERS

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