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Elecciones Europeas

IU pretende recuperar votos para garantizar su estabilidad

Carlos E. Cué

Los dirigentes de Izquierda Unida acogen en privado estas elecciones como una segunda oportunidad. El batacazo del pasado 14 de marzo, cuando el ascenso de participación les dejó casi con los mismos votos pero con cinco diputados menos, abrió una crisis severa. Todos los críticos se aliaron para tratar de debilitar la dirección de Gaspar Llamazares. La guerra se ha calmado a la espera de los resultados de las europeas.

La dirección confía en recuperar una parte del voto que se fue al PSOE en las generales. Es la única manera de garantizar una cierta estabilidad interna. Sólo así Llamazares podrá aprovecharse de su nueva situación de socio privilegiado del Gobierno socialista para tratar de salir de la crisis política.

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Llamazares sabe lo que se juega, y se ha volcado en la campaña. También porque el poco conocido candidato, Willy Meyer, no ha encontrado el necesario tirón en los medios de comunicación. La mayoría de los mensajes han ido dirigidos contra el PSOE, precisamente para recuperar el "voto útil". Las descalificaciones se han centrado en el vicepresidente económico, Pedro Solbes, a quien acusa de haber "castrado" el programa de la izquierda con su apuesta por la estabilidad presupuestaria.

La idea central para votantes de izquierdas es clara. Esta vez no se elige Gobierno, y el PP ya ha perdido, así que no hay necesidad de apoyar a los socialistas para echar a la derecha. Además hay circunscripción única, luego no funciona la idea del voto útil al partido grande.

Para apoyar esta idea que pretende recuperar el voto prestado al PSOE, IU ha contado esta vez con el inestimable apoyo de conocidos nombres de la cultura. Muchos de ellos, como el cantante Joaquín Sabina, habían apoyado la candidatura de José Luis Rodríguez Zapatero y ahora piden el voto para IU. Es la mejor manera de reforzar la idea recogida en el lema de campaña: "IU, ahora". La baja participación puede resultar beneficiosa para la federación, si sus votantes tradicionales no le fallan.

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