_
_
_
_
Necrológica:
Perfil
Texto con interpretación sobre una persona, que incluye declaraciones

Lino de Carvalho, vicepresidente de la Asamblea portuguesa

Lino de Carvalho, de 58 años, diputado del Partido Comunista portugués y vicepresidente de la Asamblea de la República, falleció el jueves, víctima de un tumor. Era uno de los más temidos y vigorosos parlamentarios lusos y una de las figuras emblemáticas de la reforma agraria que se siguió al fin de la dictadura de derechas, en 1974, y que fue una de las rupturas más importantes que provocó la revolución de los claveles en el sistema social y económico luso. Hasta el final de su vida, Lino de Carvalho no ha dejado de defender la agricultura y la necesidad de proteger el bosque, una de las mayores riquezas portuguesas.

Antes de 1974, Lino de Carvalho se batió por el fin de la dictadura. Miembro del Partido Comunista Portugués (PC) desde 1969, fue dos veces detenido por la policía política, en 1971 y en 1974, pocas semanas antes del golpe de Estado militar que derribó al dictador Marcello Caetano. Sometido a torturas, estaba ingresado en un hospital psiquiátrico el día de la revolución de los claveles.

Formaba parte del Comité Central del PC desde 1988 y actualmente era uno de los más antiguos diputados del Parlamento luso. Desde 2002 era también el vicepresidente de la Asamblea. "Era uno de los diputados más preparados y reconocido como excepcional parlamentario por todos sus pares", reconoció el primer ministro, el liberal José Manuel Durão Barroso.

Miembro de la generación combativa que luchó en la clandestinidad por sus ideales, De Carvalho no desistió de sus luchas, pese a su grave estado de salud en las últimas semanas. Aun en mayo último protagonizó uno de los más encendidos debates en la Asamblea de la República. En los últimos años de su vida, asistió con alguna amargura a la decadencia del PC portugués y a la salida de algunos de sus dirigentes históricos, en ruptura con la línea extremadamente radical y fundamentalista que mantiene el partido. Defendía una reforma del mismo, una mayor apertura política y el establecimiento de puentes con otras fuerzas de la izquierda, pero pensaba que era posible hacerlo internamente, sin necesidad de abandonar la estructura. Pero, frontal como siempre, condenó públicamente la expulsión de algunos dirigentes que osaron asumir sus divergencias con la dirección del partido. De familia muy humilde, estudió Economía en la Universidad de Lisboa, pero nunca terminó la carrera. Pese a eso, todos los grupos parlamentarios alabaron su enorme preparación en temas agrícolas, económicos y sociales.-

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_